Salud
¿Cómo afectan las altas temperaturas al cuerpo humano?
El líquido perdido a través del sudor debe reponerse bebiendo más agua. Si no lo hacemos, podemos deshidratarnos, y esto puede provocar mareos y sensación de desmayo
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La ola de calor ya está aquí y la AEMET sostiene que hoy será el peor día. Este viernes alcanza su punto álgido, se intensifica y pone en aviso naranja (riesgo importante) a nueve comunidades por temperaturas máximas que podrían alcanzar o superar los 43 grados, informa la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en su web.
Todas las provincias de Andalucía, salvo Almería y Málaga, tienen nivel naranja por máximas que oscilarán entre lo 39-43 grados; Aemet alerta de que en la campiña sevillana y cordobesa, en el valle del Guadalquivir de Jaén y en Moreno y Condado, también Jaén, los termómetros pueden alcanzar los 44 grados de forma puntual.
Con el aumento de las temperaturas el organismo se activa para eliminar parte de ese calor y mantenernos dentro de cifras aceptables. En este sentido, sube la frecuencia cardiaca para poder bombear más sangre hacia la piel y por eso nos ponemos rojos.
¿Cómo afectan las altas temperaturas a nuestro cuerpo?
El calor se acumula en el organismo y eso provoca la bajada de tensión y cansancio. También, si tenemos problemas de circulación y varices, podemos notar pesadez, hormigueo en las piernas y los tobillos inflamados. Las altas temperaturas también afectan a los que tienen dermatitis y produce en las pieles sensibles, sarpullido. Descansar por la noche no es una opción porque con las famosas noches tropicales las temperaturas siguen siendo muy altas de madrugada. Los expertos alertan del peligro de coger el vehículo con temperaturas elevadas porque por encima de los 35 grados los efectos del calor son como si uno hubiese ingerido alcohol.
Cuando el calor se va acumulando podemos sentir agotamiento por esa bajada de tensión y los efectos de las altas temperaturas en el cuerpo durante varios días, que disminuyen el agua y los electrolitos. Hay debilidad, mareos, dolor de cabeza, cansancio y podemos notar taquicardias.
Grupos vulnerables
Existen grupos que son aún más vulnerables a las altas temperaturas, como son los niños y lactantes, las embarazadas y las personas mayores. Aunque los síntomas que presentan no son diferentes al resto de la población, pueden sufrirlos antes, con una menor exposición. Los niños son más vulnerables porque tienen mayor sudoración y exposición al exterior. No regulan la ingesta de líquidos, lo que puede facilitar la deshidratación.
En el caso de los lactantes, los signos de alarma son la apatía y el decaimiento. Si toman lactancia materna, deben realizar más tomas, más frecuentes, y aportarles agua, pueden beber agua, y soluciones hidroelectrolíticas. Si se han deshidratado y están con vómitos o con diarrea, deben tomar también soluciones de rehidratación y suero.
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