¿Cómo era el pesquero Argos Georgia que ha naufragado? Un barco sostenible y nuevo

Este martes recibíamos la noticia de que el pesquero 'Argos Georgia', que navegaba en aguas Malvinas en busca de merluza negra, sufría un accidente provocado por una tormenta. Al parecer tenía una fuga de agua. Así, el barco naufragaba a 170 millas de la costa.

El buque contaba con una tripulación de 27 personas de distintas nacionalidades, incluidos diez españoles, de los cuales ocho son gallegos. De momento son 14 los trabajadores rescatados con vida, mientras son nueve los cadáveres encontrados, según la Delegación del Gobierno en Galicia.

¿Cómo era el Argos Georgia?

El barco naufragado pertenece a la armadora británico-noruega Argos Froyanes, contaba con bandera de Santa Elena y fue construido en 2018 en el astillero Tersan en Yalova, Turquía. Era un moderno pesquero de palangre que contaba con una eslora de 54 metros, una manga de 13 metros y un peso bruto de 2.000 toneladas.

Su diseño estaba pensado y adaptado especialmente para trabajar en aguas frías como las del Atlántico Sur, alrededor de las Islas Malvinas y Georgia del Sur. Además, la construcción de esta embarcación había respondido a altos estándares de sostenibilidad y seguridad, acorde con el compromiso de la empresa anglo-noruega.

Sobre su capacidad, el Argos Georgia contaba con dos motores, una capacidad de combustible por encima de los 500 metros cúbicos y una capacidad de agua de 46 metros cúbicos. En él podían viajar como tripulación 28 personas, por lo que no se excedía, supuestamente, el límite de la embarcación en este aspecto.

El buque se utilizaba para la pesca de bacalao o pez sable, aunque en este caso recogían merluza negra y lo hacía con palangre. Este método consiste en lanzar al mar una línea con varios miles de anzuelos, de modo que se capturan solo las especies objetivo.

Este era un barco que, además de por tener parte de su tripulación de esta comunidad, tiene un gran toque gallego debido a su pasado. Y es que el Argos Georgia perteneció a la viguesa Armadora Pereira.

Pero el palangrero no pudo aguantar frente a las condiciones de la zona, con hasta 35 nudos de viento y olas de entre cinco y seis metros. La vía de agua hizo que la tripulación tomase la decisión de abandonar el barco en balsas salvavidas. Una de las balsas, con 13 personas, estuvo más de 15 horas en un mar que muestra la inclemencia del invierno.

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