Durante toda la noche la Policía ha mantenido un reten de seguridad en Son Gotleu para evitar que se repitieran los incidentes de ayer cuando decenas de nigerianos se echaron a las calles pidiendo venganza por la muerte de un compatriota.
En menos de doce horas los africanos arrasaron con todo más de 40 coches dañados, contenedores quemados, mobiliario urbano destrozado y cinco detenidos es el saldo de estos disturbios que han terminado por fin con una tregua.
Son Gotleu es un barrio conflictivo desde hace años, una barriada obrera y popular que se ha convertido en un reducto de marginalidad. Hoy la calma ha regresado al barrio, los comercios abren de nuevo sus puertas y se limpian los destrozos...los vecinos se preguntan cuanto durará.
Los cinco hombres nigerianos detenidos en la madrugada y tarde de ayer, lunes, en los altercados que se produjeron, en el barrio palmesano de Son Gotleu, tras la muerte de un compatriota, han pasado a disposición judicial esta mañana, según han informado fuentes judiciales.
El detonante de las multitudinarias peleas entre ciudadanos nigerianos y gitanos fue la muerte, accidental según la Policía, de un africano, al precipitarse desde un quinto piso de una vivienda del barrio de Son Gotleu.
Mientras la Policía asegura que el hombre se cayó cuando trataba de deslizarse de un balcón a otro, la comunidad nigeriana asegura que fue arrojado por varias familias de etnia gitana, y acusan a la Policía de proteger a estas últimas.