Agresión homófoba

Un concejal del PSOE denuncia haber sufrido una agresión homófoba en un kebab de Lorquí, Murcia

El dueño del kebab atacó a Sáez al grito de "te mato, maricón, te voy a matar, te voy a cortar el cuello".

Un concejal del PSOE denuncia haber sufrido una agresión homófoba en un kebab de Lorquí, Murcia

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En el municipio murciano de Lorquí, un concejal del PSOE ha sido víctima de una presunta agresión homófoba en la que, entre golpes, le amenazaron con "cortarle el cuello" por ser un "maricón de mierda". La víctima ha denunciado los hechos, que se han desarrollado en un kebab 24 horas ubicado en el centro de la ciudad, ante la Policía Nacional.

El concejal socialista de Juventud, Festejos, Turismo y Derechos LGTBIQ del Ayuntamiento de Lorquí, Víctor Sáez, ha expuesto este ataque en sus redes sociales, concretamente, en su cuenta personal de Facebook. Sáez ha adjuntado un vídeo en el que se muestra la brutal golpiza y lo ha acompañado de un texto en el que denuncia y detalla cómo sucedieron los hechos.

La presunta agresión, ocurrida en un local céntrico y en el día del Bando de la Huerta, festivo en toda la comunidad de Murcia, comenzó cuando el concejal pidió entrar al baño. Los trabajadores le negaron el acceso justificando que estaban averiados. "Era mentira, pero ayer era el Bando de la Huerta y entiendo perfectamente que muchos establecimientos pongan ese impedimento para que no esté entrando todo el mundo. Más cuando es un establecimiento de comida para llevar y la cosa debería ser rápida: entrar, pedir y salir", ha escrito Sáez.

Sin embargo, tras esta breve interacción, los empleados comenzaron a burlarse de él, gesticulando con las manos, dejando caer las muñecas, haciendo muecas y "diciendo palabras inteligibles". El demandante les recriminó estas actitudes, que no cesaron, por lo que decidió pedir la hoja de reclamaciones.

"A todo esto, el dueño del kebab me amenazó con reventarme; tengo vídeo, fotos, todo. Con más razones seguí pidiendo la hoja de reclamaciones de manera bastante educada para como me estaban tratando", ha subrayado el afectado.

Aseguraban que no tenían hoja de reclamaciones

Los trabajadores del establecimiento no se tomaron en serio la petición del damnificado y le aseguraron que no tenían hojas de reclamaciones. "Se reían de mí y nadie quería dármela. Me dijeron que no tenían. Por lo que dije que llamaría a la policía porque estaban obligados a tener y proporcionar al cliente la dichosa hoja. Yo también he trabajado en la hostelería y conozco cómo funciona el tema", ha detallado Sáez.

Tal y como ha explicado, insistió una "infinidad de veces" en que le proporcionasen la hoja de reclamaciones y se dirigió a otra parte de la barra para solicitársela a otra trabajadora. Mientras tanto, se podía escuchar como el dueño del establecimiento le gritaba que era un "maricón de mierda".

La otra trabajadora, hija del dueño del local, también le negó su derecho e incluso le insultó, a lo que Sáez le respondió que no se pasase. Esta breve interacción bastó para que el padre de la joven se abalanzase sobre el damnificado y le exigiese que no hablase con su hija.

"Te voy a matar, te voy a cortar el cuello"

El dueño del kebab atacó a Sáez al grito de "te mato, maricón, te voy a matar, te voy a cortar el cuello". Acto seguido, los demás trabajadores salieron de la barra y comenzaron a agredirle físicamente.

"Echaron a la gente del establecimiento y no dejaban entrar a nadie, porque amigos míos querían entrar a ayudarme y no les dejaron. Cuando me levanté, me negaba a irme de allí hasta que no llegase la policía", ha relatado Saéz, que denuncia que nadie, a excepción de una amiga suya y otro amigo, que estaba grabando, intentó ayudarle.

"Hasta con taburetes me dieron. Y solo resuena en mi cabeza el "maricón de mierda, maricón de mierda, te mato, maricón de mierda", declara Saéz.

La Policía tardó en llegar

La Policía tardó en acudir al lugar de los hechos. Es más, el damnificado insiste en que tuvo que llamarlos en repetidas ocasiones. Finalmente, la Policía Nacional se personó en el establecimiento para tomarle declaración al demandante.

Mientras tanto, "el establecimiento siguió dando su servicio como si nada hubiera pasado". En contraposición, a Sáez lo llevó una ambulancia a urgencias, donde le hicieron "radiografías, en pie, mano" y examinaron su cabeza.

Las secuelas del accidente

Sáez tiene la mano derecha inflamada y apenas puede cerrarla. A su vez, le duele apoyar el pie derecho y, como consecuencia de los puñetazos, también el lado izquierdo de la cabeza inflamado.

A pesar de esto, para la víctima lo más doloroso no han sido los golpes, sino "tener que soportar día sí y día también agresiones de este tipo y tener que callarte para no buscar problemas".

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