Agresión sexual
Condenada a 21 años de cárcel una mujer por abusar, vejar y maltratar "con crueldad" a sus hijos
Los magistrados consideran que los progenitores incumplieron de forma grave y reiterada los deberes de la patria potestad desde que tuvieron el primer hijo
Publicidad
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a una mujer a 21 años y medio de prisión por delito continuados de agresión sexual, exhibicionismo y exhibición de material pornográfico a menor, lesiones de grave enfermedad psíquica y malos tratos habituales sobre sus hijos.
Además, el padre de los niños también ha sido condenado a seis meses de prisión y a multas por un delito de malos tratos habituales en el ámbito familiar, exhibicionismo y exhibición de material pornográfico a los menores.
Por estos hechos ninguno de los dos progenitores podrá acercarse a menos de 200 metros ni comunicarse con los niños, a los que tendrán que indemnizar conjuntamente con 20.000 euros. También se ha impuesto a la condenada la obligación de indemnizar con 60.000 euros a la hija mayor por los daños y las secuelas que sufrió a consecuencia de los malos tratos.
Eran maltratados física y psicológicamente
Según la Sala, los menores, de entre 2 y 10 años, eran golpeados con palos, cinturones, hebillas y hierros y arrastrados por el suelo. En una ocasión la procesada llegó incluso a poner una cuchara hirviendo en la zona genital de uno de los hijos.
La Audiencia Provincial de Castellón también ha determinado que ambos padres consumían cocaína y heroína a diario delante de los pequeños, quienes se ocupaban de suministrar las sustancias estupefacientes a terceros o ir en busca de ellas.
Por otro lado, la pareja también mantenía relaciones sexuales delante de los menores y frecuentemente visionaban con ellos películas de contenido pornográfico. Debido a ello uno de los menores comenzó a desarrollar conductas sexuales inapropiadas "como tocamientos y movimientos sexuales imitando a los adultos, incluso con sus hermanas".
De igual forma los magistrados han considerado probado que la hija mayor sufrió abusos y agresiones sexuales por parte de un familiar y por una de las parejas de la madre, sin que ella lo impidiera. Esta situación provocó en la víctima graves secuelas psicológicas.
Publicidad