Sucesos
Condenado a 7 años y medio de cárcel por asestar 30 puñaladas a su compañera de piso
El condenado estaba acusado de intento de asesinato tras propinar 30 puñaladas a su compañera de piso durante una discusión en el primer estado de alarma.
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Un vecino de afincado en Palamós (Girona) ha sido condenado a 7 años y medio de cárcel por asestar 30 puñaladas a su compañera de piso tras una discusión en el domicilio durante el primer estado de alarma en el mes de junio de 2020.
Durante el juicio celebrado en el pasado 4 de abril, la Fiscalía pedía 12 años de prisión para el acusado por un delito de asesinato en grado de tentativa. Por el contrario, la defensa consideraba que se trataba de un delito de lesiones.
Además, defendían las atenuantes de alteración psíquica, confesión y reparación del daño. El acusado recaudó 15.000 euros y pidió 3 años y medio de prisión. El Magistrado descartó para su sentencia final la condición de la alteración psíquica aunque sí las restantes.
Fruto de estas valoraciones, sentenció 7 años y medio de prisión. Además, ha decretado 5 años de libertad vigilada y una orden de alejamiento de 500 metros de la víctima durante una década. En concepto de responsabilidad civil, el condenado deberá indemnizar a la víctima con 100.000 euros y con 54.604 al Instituto Catalán de la Salud por los gastos médicos derivados de la agresión.
Así ocurrieron los hechos, según el relato de la víctima en la sentencia
La víctima, de 34 años, relató durante el juicio que los hecho ocurrieron el 10 de junio de 2020 y que la discusión se produjo cuando el condenado no había realizado las tareas de la casa y a las 23 horas quería salir de casa, algo prohibido por el confinamiento en vigor.
La mujer advirtió al hombre que si salía le denunciaría a la Policía. Anteriormente, el condenado ya había sido multado por salir fuera de horario. Tras esto, el procesado la golpeó en el estómago. Después, según la sentencia, "de manera sorpresiva e inesperada, sin que pudiera defenderse, sacó una navaja de 2,5 cm de ancho y 8 de largo que llevaba escondida en la manga de la sudadera y se la clavó repetidamente en distintas zonas, mientras ella suplicaba para que parara". La víctima salió al rellano y el hombre su fue a una comisaría de los Mossos a entregarse.
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