La Audiencia de Huesca ha condenado a cuatro años de prisión a Victor Manuel Gómez Rivero

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HUESCA | LA ACUSACIÓN PEDÍA 20 AÑOS

Cuatro años de cárcel para el autor del atropello mortal en la discoteca Manhattan

La Audiencia de Huesca ha condenado a cuatro años de prisión a Victor Manuel Gómez Rivero por el atropello ocurrido a las puertas de la discoteca Manhattan de Huesca, en el que murieron dos personas y resultaron heridas otras ocho.

La Audiencia de Huesca ha condenado a cuatro años de prisión a Victor Manuel Gómez Rivero por el atropello ocurrido a las puertas de la discoteca Manhattan de la capital aragonesa, en el que murieron dos personas y resultaron heridas otras ocho.

Según han informado fuentes judiciales, el tribunal imputa al acusado un delito de conducción temeraria en concurso con dos de homicidio imprudente, dos de lesiones graves y otros cinco de lesiones menos graves, y le condena a 4 años de cárcel y a 6 de privación del carné de conducir.

La sentencia descarta la existencia de un dolo o intencionalidad en el comportamiento del acusado en los hechos, ocurridos la madrugada del 28 de julio de 2007 frente al recinto de la discoteca Manhattan.

Las fuentes citadas han explicado que el tribunal rechaza la posibilidad de que el acusado se hubiera planteado intelectualmente el resultado que se produjo finalmente.

Víctor Manuel Gómez Rivero, juzgado la semana pasada en la Audiencia de Huesca en cuatro sesiones que se desarrollaron en un clima de tensión debido a la presencia de la familia de uno de los fallecidos, fue puesto en libertad un día después de terminar la vista por orden del tribunal.

El acusado, cuya estancia en prisión se había prolongado ya por espacio de tres años y medio, salió de la prisión de Zuera el viernes pasado en dirección a una población española no hecha pública por su familia, a fin de garantizar su seguridad.

La acusación pedía veinte años de prisión
Por estos delitos, las acusaciones solicitaban para el joven Víctor Manuel Gómez una condena de 20 años de prisión, al entender que al conducir bajo los efectos del alcohol, a gran velocidad y siendo consciente de la presencia de gente frente a la discoteca, asumió las consecuencias funestas que se podían producir.

Durante la vista, los peritos probaron que el acusado estrelló su vehículo contra sus víctimas a una velocidad de 106 kilómetros a la hora, y con sus facultades disminuidas por el alcohol y las drogas.

El accidente se produjo a la salida de una curva de amplio radio a cuyo término se encontraba situada la discoteca, ubicada en el polígono industrial del SEPES de la capital altoaragonesa.

El letrado de la defensa admitió la gravedad de los hechos pero aseguró que el acusado pudo intentar "hacerse el chulito" ante los clientes de la discoteca, pero sin intención de provocar el accidente.

El juicio terminó con dos intentos de agresión al acusado por parte de un familiar de una de las víctimas, que impidieron los agentes policiales que le custodiaban.

Tras hacerse público el auto de excarcelación del acusado, los familiares convocaron una concentración ante la Audiencia de Huesca para expresar su rechazo a la orden de libertad, que se celebró el pasado domingo.

 

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