Abusos sexuales
Condenan a un profesor de Ceuta a 18 años de prisión por abusar de sus alumnos
Después de conocer la sentencia dictada por la Audiencia, el acusado ha salido llorando, diciendo textualmente: "No me quieren dejar tranquilo".
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Un exprofesor de Ceuta ha sido condenado este lunes a 18 años y seis meses de prisión. Se le considera responsable de varios delitos sexuales y todos ellos con los alumnos de su colegio. La Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta ha anunciado este lunes la sentencia, en la que prestaron declaración diecisiete alumnos del profesor. También la madre de uno de ellos, que fue la que denunció los hechos tras ver fotografías en el teléfono móvil de su hijo.
El docente Alberto D. B. ha sido condenado a 7 años de prisión por un delito de elaboración de pornografía infantil utilizando a menores de 16 años, así como un delito de elaboración de pornografía utilizando a menores de edad. Este último con una pena de 6 años de prisión. También se le condena con 6 meses de prisión por un delito de tenencia de pornografía infantil y con 5 años de prisión por abusar sexualmente de menores de 16 años.
Además, cuenta con una pena por inhabilitación para ejercer cualquier profesión que tenga contacto con menores durante 23 años y medio. A todo esto hay que añadirle la medida de libertad vigilada por 10 años.
El exprofesor fue detenido en el mes de noviembre de 2017 cuando todavía ejercía la profesión. En las diligencias se recoge que el detenido "se aprovechó de su condición de docente para, desde 2003, en ejecución de un plan preconcebido y aprovechando idéntica ocasión, tener acceso a los números de teléfono de menores de edad y lograr, con ánimo libidinoso, una relación y trato que excedía del amistoso y llegaba al ámbito sentimental y sexual".
La investigación abierta permitió la localización –según el escrito al que tuvo acceso EFE- de múltiples fotos de menores de edad en bañador, desnudos o en ropa interior. La Guardia Civil encontró en el domicilio del condenado hasta 298 imágenes de menores guardadas en su ordenador.
Según la Fiscalía, "del mismo modo, ganada la confianza del menor por medio de regalos, entre los que se incluye ropa interior y bañadores, consiguió que los menores se desnudaran ante él y se probaran dicha ropa (en el domicilio del acusado), logrando captar las imágenes de los mismos con fines libidinosos, conservando así fotografías y vídeos de menores desnudos".
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