Sucesos
El conductor implicado en el atropello mortal de la calle Castelar, Santander, conducía sin carnet y había consumido drogas
El juzgado de guardia ya ha decretado su ingreso en prisión.
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El pasado viernes, sobre las 22.15 horas de la noche, tuvo lugar un atropello mortal en la conocida calle Castelar del barrio de Puertochico, en Santander, que le costó la vida a un joven de 19 años que circulaba en un ciclomotor. El accidente se debió a un "pique" entre dos conductores que conducían por el andén derecho de la calle. Sin embargo, uno de los coches, en el que circulaba Bryan Barroso (26 años, de Igollo de Camargo), saltó la mediana que separaba los carriles y chocó con la motocicleta de Bret Elorza, el joven santanderino que perdió la vida al momento arrollándolo.
Este lunes se ha podido saber que Bryan Barroso conducía sin carnet, puesto que había sido sancionado con dos años de retirada del permiso de conducción por parte del Juzgado de lo Penal Número 1 de Santander y aunque ya había cumplido el plazo, no tenía hecho el examen para conseguirlo de nuevo.
Por otro lado, los agentes de la Policía Local le realizaron a Barroso una prueba de alcoholemia, en la que alcanzó resultados situados en el límite permitido.
POSITIVO EN DROGAS
Tanto Bryan Barroso como Adrián Bedia (31 años), quien conducía el otro coche, han dado positivo en un test indiciario para la detección de drogas. La Policía Local de Santander ha informado este lunes que los dos conductores dieron positivo en la consumición de varias sustancias: anfetaminas, cocaína y THC (marihuana).
Por su parte, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Santander, que se encontraba trabajando de guardia cuando sucedió el atropello, solicitó directamente la entrada en prisión de los dos conductores. Las diligencias se han abierto contra estos dos conductores por delitos contra la seguridad vial. A Barroso se le instruye por los delitos de conducir con pérdida de vigencia del permiso de conducir, por circular bajo la influencia de las drogas y también por conducción temeraria, mientras que Bedia es al mismo tiempo condenado por delinquir cooperando por un homicidio con imprudencia.
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