Una conductora encalla su coche en unas escaleras del centro de Vitoria tras seguir las indicaciones del GPS

Una conductora encajonó el pasado lunes su coche en las escaleras de San Bartolomé, en la capital alavesa, mientras seguía las indicaciones de su navegador. Se trata, además, de una zona a la que es difícil acceder sobre ruedas debido a los bolardos que rodean la bajada.

Según explicó a la Policía Local, la mujer intentó descender por esta vía mientras atendía a lo que marcaba su GPS, que le mostró una ruta equivocada. Finalmente, una grúa acudió al rescate del vehículo, que no podía continuar bajando ni retroceder para salir del entuerto.

Los despistes provocados por los GPS han dado lugar a varias situaciones surrealistas tanto en entornos urbanos, como el de Vitoria, como en zonas de transito de vehículos de gran tonelaje, como los ocurridos en los últimos meses en La Rioja o Navarra. Una situación que se repite también más allá de nuestra fronteras.

No es la primera vez que los vecinos de la capital vasca ven atascos de este tipo: en 2017, dos coches quedaron encallados en las mismas escaleras. También otras zonas de la ciudad han sido testigo de atoramientos absurdos. Ejemplo de ello es la Cuesta de San Francisco, cerca de la ubicación anterior, donde dos coches se quedaron atrapados en enero de 2021.

Errores inverosímiles

Los GPS son una herramienta muy útil para facilitar la navegación, sobre todo en lugares que no conocemos. Sin embargo, la tecnología también puede equivocarse, y lo ha demostrado en más de una ocasión. Ya en noviembre del año pasado, un camionero ucraniano necesitó la ayuda de la Guardia Civil tras quedarse atascado en el denominado "Triángulo de la Pantaloneta", una zona de La Rioja famosa por atrapar más de una decena de camiones desde 2015. ¿El problema? Un error en las coordenadas indicaba que en aquel lugar había una gasolinera.

Este tipo de errores no son exclusivos al interior de nuestras fronteras. En mayo de 2023, un grupo de turistas que visitaba Hawái se dio un chapuzón inesperado por culpa del GPS. La ruta por la que el dispositivo condujo a estas personas terminaba en el mar, hecho que la conductora no descubrió a tiempo. Por suerte, todos pudieron salir del vehículo sanos y salvos.

Locales al rescate

Para evitar situaciones como las anteriores, los vecinos y las autoridades locales de muchos lugares han colocado carteles que alertan de errores en los navegadores, sobre todo, de Google Maps. En la ciudad italiana de Nápoles, la Policía Local ha dispuesto avisos en las calles más estrechas que rezan: "No seguir las indicaciones de Google Maps".

En cualquier caso, los conductores debemos mantenernos siempre alerta. Los sistemas de navegación pueden fallar y, en caso de que un error de este tipo termine en accidente, la responsabilidad recaerá siempre sobre la persona al volante.

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