Con su fotografía en alto, Puente San Miguel (Cantabria) guarda silencio y dedica un gran aplauso a la joven jugadora de golf Celia Barquín, que ha sido asesinada de Estados Unidos. En esta localidad cántabra nació Celia, que hace cuatro años se trasladó a Estados Unidos para competir en el circuito universitario y dedicarse profesionalmente a su pasión.
La familia de la joven jugadora permanece en España, en contacto con las autoridades españolas en Washington y con los investigadores, y está a la espera de lo que determine la autopsia de cara a la repatriación del cuerpo. El hermano de la joven, Andrés Barquín, ha explicado que están en contacto con las autoridades españolas en Washington y con las autoridades policiales de Iowa.
En principio, la familia cree que no se desplazará a Estados Unidos y está a la espera de lo que marquen las autoridades.Por ahora, lo que saben es que Celia había ido a entrenar por la mañana "como muchos otros días" y que "alguien la ha atacado". "Esperemos que en las próximas horas nos puedan facilitar más datos de lo sucedido", ha insistido. Andrés Barquín ha estado hoy en el minuto de silencio que ha tenido lugar en el Ayuntamiento de Reocín, de donde es la familia, y allí también ha atendido a los medios de comunicación.
La familia de Celia Barquín además es muy conocida en Torrelavega, la segunda ciudad más importantes de Cantabria, porque regenta varios negocios relacionados con la alimentación. El IES Miguel Herrero de Torrelavega, donde estudió la joven, comenzó hoy su actividad conmocionado e impresionado por lo sucedido.
Según relata un profesor del centro a Efe, Celia Barquín realizó en este instituto sus estudios de la ESO, antes de desplazarse al Centro de Alto Rendimiento de Madrid para deportistas de elite, en el que hizo el Bachiller y "cuando ya la querían fichar todas las universidades americanas".
En el IES Miguel Herrero recuerdan a Celia como una joven "de diez, simpática, cercana, súper cariñosa, sociable, de sobresaliente, que ganaba concursos literarios y se llevaba bien con todo el mundo" y como "una deportista extraordinaria y una lectora compulsiva".
Prueba de ello es, según apuntan, que siendo amateur ganó un torneo que daba acceso al US Open de Golf, "algo que sólo hacen cuatro en el mundo", al tiempo que señalan que "tenía la vida asegurada como golfista de elite". También destacan la "entrega" de su familia y que la deportista mantenía contacto con profesores y antiguos compañeros tras haberse trasladado a Madrid y después a Estados Unidos.