Los servicios de emergencia han retomado a primera hora las labores de búsqueda y desescombro tras la explosión ayer de material pirotécnico almacenado de modo ilegal en un anexo a una vivienda particular en la parroquia de Paramos en Tui (Pontevedra), que dejó al menos dos muertos y treinta heridos.
Los equipos de desactivación de explosivos trabajaron durante toda la tarde del miércoles para asegurar que no había más material que pudiese explotar y que los servicios de rescate pudiesen realizar su trabajo, que pospusieron a esta mañana. La explosión se produjo hacia las 16.25 horas, cuando varios testigos alertaron a los servicios de emergencias de que habían escuchado un estruendo y veían una gran columna de humo en el lugar de Paramos, a unos diez minutos del centro de Tui, localidad del sur de Pontevedra fronteriza con Portugal, donde también se sintió la explosión.
La gran onda expansiva causó importantes destrozos, con doce viviendas prácticamente derruidas y varias decenas más afectadas, así como vehículos particulares y otras propiedades en un radio de al menos un kilómetro. De las treinta personas heridas, siete son menores, y más de la mitad han sido ya dadas de alta.
Según el último parte del Servicio Gallego de Salud, anoche fueron dadas de alta dieciocho personas, seis requirieron ingreso hospitalario y los seis restantes permanecían en observación y estudio.