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HORARIO DE VERANO
Consejos para adaptarse lo antes posible al cambio horario
Después de los cortos días que nos proporciona el invierno, esta madrugada del 26 de marzo vuelve a cambiar la hora, adelantando el reloj una hora más. Una hora menos de sueño que muchos ciudadanos notan en sus rutinas los primeros días después del cambio.
Levantarse antes el domingo, mantener el horario de las cenas y comer legumbres, frutos secos, avena y productos ricos en vitamina C como, por ejemplo, naranjas o fresas, ayuda al organismo a adaptarse al cambio de hora que tendrá lugar este domingo.
Así lo ha asegurado el director médico del Grupo NC Salud, Carlos Fernández, quien, además, ha subrayado la importancia de ingerir por la tarde frutos ricos en magnesio (plátanos, nueces o avellanas) porque actúan de relajantes musculares y preparan al cuerpo para el momento de irse a dormir.
"Con esta serie de recomendaciones, que van orientadas a establecer unos hábitos horarios de alimentación y descanso, lograremos equilibrar la rutina organismo ante alteraciones externas, así como educar a nuestro sistema digestivo, que aprenderá a demandar nutrientes de forma equitativa y coordinada. Debemos acostarnos, además, en un estado de relajación mental que nos permita descansar adecuadamente, para lo que pueden ayudarnos las infusiones o los suplementos alimenticios naturales", ha explicado.
Y es que, tal y como ha recordado el especialista europeo en Medicina del Sueño, Eduard Estivill, el cambio de horario de verano se soporta "peor" que el del invierno, debido a que el cuerpo tiene menos dificultades a adaptarse a un día de 25 horas que a uno de 23. No obstante, este experto ha asegurado que las consecuencias de este cambio "no son tantas" como las que existen con otros problemas horarios que se producen normalmente.
Después de los cortos días que nos proporciona el invierno, esta madrugada del 26 de marzo vuelve a cambiar la hora, adelantando el reloj una hora más, cuando sean las dos de la madrugada serán las tres. Una hora menos de sueño que muchos ciudadanos notan en sus rutinas los primeros días después del cambio. Sin embargo, desde el Instituto del Sueño, el psicólogo conductual Iván Eguzquiza Solís ha asegurado que el efecto "no es tan fuerte" como el que se creen, ya que incluso un viaje transoceánico tiene "un efecto mayor en nosotros mismos" al tener una diferencia de cuatro o cinco horas en nuestra rutina.
"Lo que va a pasar es que vamos a madrugar una hora más, por lo que iremos más faltos de sueño y al día siguiente nos iremos a acostar una hora más temprano, pero como tenemos falta de sueño no tendremos problemas en conciliarlo", ha explicado Eguzquiza.
Es por ello, que ha indicado que el efecto negativo proviene de la mente de la persona, que piensa que al adelantar el reloj también va a cambiar "mucho el horario" de su rutina, por lo que se acuesta "preocupada y nerviosa", dos factores que son "lo que le quitan el sueño", consiguiendo "el efecto contrario a lo que queremos, que es conseguir un buen sueño".
Aguzquiza también ha insistido en que el cambio es "cosa de una noche", así que no hay de qué preocuparse ya que nuestro organismo "tiene mucha capacidad de adaptarse" y en seguida "vamos a estar viviendo con la misma rutina con la que hemos estado hasta entonces".
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