Polémica trenes

Continúa el malestar por el error de diseño en los trenes de Cercanías: "Pasarían los asientos por el túnel y se queda el resto"

Varios vecinos del ayuntamiento de Cudillero se han concentrado para reclamar el abandono total que sufren. Metro en mano, la anchura del túnel es de 4 metros y 20 centímetros: "que tomen nota".

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En el apeadero de Santa Marina se han concentrado hoy varios vecinos de Cudillero, metro en mano, para reivindicar que sufren un abandono total de las administraciones. Pasan pocos trenes y suele haber parones por averías. Por eso se querían modernizar con un proyecto de 31 trenes para la vía estrecha del norte de España. Una "chapuza", porque los gálibos de los vehículos no son los correctos.

A finales de 2024 deberían entregarse los primeros trenes de los 31 prometidos para modernizar la red ferroviaria de vía estrecha del norte de España. Cantabria y Asturias iban a ser las grandes beneficiadas hasta este viernes, cuando se conoció que el gálibo de los nuevos trenes era erróneo.

Quejas en Cudillero

Esto ha provocado malestar entre vecinos, por ejemplo en Cudillero, donde se han reunido en el apeadero de Santa Marina "porque no tenemos servicio básico". Es la gran queja: "no pasan trenes, el acceso... no pedimos una autopista, pero ya ves, una pista de tierra sin limpiar...".

"¡Esto es la gota que colma el vaso, ahora no caben los trenes! ¡Qué vergüenza!", gritaba uno de los afectados. Por eso se han presentado, metro en mano, para conocer la anchura de uno de los túneles. "Pues, 4 metros y 20 centímetros", decía Magdalena mientras sujetaba la cinta, "que tomen nota", comentaban algunos. "Pasarían los asientos y no el tren, fíjate", ese es el cálculo que hacía una señora con la medida de los nuevos trenes.

Un error que nadie se explica y por el que ya han "rodado cabezas", como pedían los presidentes autonómicos de Cantabria y Asturias. Ya se han cesado dos cargos, uno de Adif y otro de Renfe, y se pide mayor dotación de nuevos vehículos para compensar el fallo. Ahora, a esperar dos o tres años más, mientras muchos vecinos aseguran que "da igual, si ya casi ni pasan, ¿para qué queremos los nuevos?".

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