Las contradicciones de César, alias Ramaathis Mam, que llevaron a los agentes hasta su domicilio en Villalbilla

El 4 de septiembre César, alias Ramaathis Mam, denunciaba la desaparición de su mujer. En su denuncia, el hombre aseguraba que Raquel B. L., de 54 años, desapareció tras ir a pasar unos días a casa de su madre, en Yuncos (Toledo) el 31 de agosto. Esos cuatro días entre la marcha de la mujer y la denuncia levantaron las primeras sospechas de los agentes, confirmadas por las "numerosas contradicciones e incongruencias" en el su relato.

Según dijo el detenido, Raquel salió sobre las 09:30 del domicilio conyugal, ubicado en la avenida del Romero de Villabilla, portando únicamente una pequeña mochila, indican fuentes próximas a la investigación. Sobre las 11:30 de ese mismo día, prosiguió, su mujer se puso en contacto con él por vía telefónica para comunicarle que ya había llegado a la localidad toledana y que se había dejado el cargador del móvil. Él le recomendó que apagara el teléfono. Ese relato no encajó a los agentes y estos establecieron un dispositivo de búsqueda y lograron encontrar, no muy lejos del domicilio, el Toyota azul de la desaparecida.

El hombre denegó la petición de los agentes de registrar el domicilio en Villabilla, por lo que tuvieron que esperar al domingo para tener la orden judicial y entrar en la casa, donde encontraron el cadáver de la mujer en una estancia de pequeñas dimensiones a la que se accedía a través de una pequeña puerta.

Esta pequeña trampilla en una pared es el acceso al zulo donde se ha encontrado el cadáver de la mujer desaparecida en el mes de agosto en la localidad madrileña de Villalbilla. Su marido ha sido detenido y ya está en prisión.

El hombre había presentado una denuncia por su supuesta desaparición en las que entró en "muchas contradicciones e incongruencias". Impidió también a los agentes entrar en la vivienda para registrarla. El cuerpo de Raquel estaba delante de un altar rodeado de pastillas, por lo que la principal hipótesis de la muerte es la ingesta de las mismas.

Sin signos de violencia y a la espera del informe toxicológico

Junto al cuerpo, según las mismas fuentes, había varias pastillas, aparentemente medicamentos. La autopsia preliminar no ha encontrado signos de violencia externos en el cadáver, pero los investigadores de la Guardia Civil se encuentran a la espera de recibir el informe toxicológico -que puede tardar varios días- para determinar la causa exacta de su muerte.

Ante el juez el hombre ha negado ser el autor de la muerte. Asegura que su mujer había intentado suicidarse dos veces. El cuerpo no presenta signos externos de violencia. No hay denuncias previas por malos tratos. El juez ha enviado al hombre a la cárcel mientras la jueza del caso espera los resultados de la autopsia.

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