Campanadas
Los detalles del vestido de Cristina Pedroche en las Campanadas 2024, hecho con leche materna
El diseño, creado con 8.500 cristales de leche materna, busca visibilizar la protección a los niños de la mano de UNICEF.
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La presentadora Cristina Pedroche ha vuelto a hacer historia en la noche del 31 de diciembre durante las Campanadas, en este caso con un atuendo único: un vestido confeccionado con 8.500 cristales obtenidos a partir de leche materna. Además de sorprender, la intención de esta creación era concienciar sobre la protección de la infancia, un mensaje que ha lanzado en colaboración con UNICEF.
Por décimo año consecutivo, Pedroche ha contado con la dirección creativa de Josie para dar forma a su emblemático atuendo de Nochevieja. En esta ocasión, la firma VIVASCARRION, bajo la batuta de Felipe Vivas y Manuel Carrión, ha elaborado el impactante diseño con técnicas de alta sombrerería. Entre tanto, la joyera Belén Mozas, fundadora de la firma Morir de Amor, ha sido la encargada de cristalizar las gotas de leche materna que la presentadora conservaba desde su primer embarazo.
El traje, con más de 2.500 horas de trabajo artesanal, se compone de un corsé, un voluminoso guardainfantes y un casquete con aire de music-hall. Todo ello salpicado con esos cristales que simbolizan la "protección" de la maternidad. El resultado supera los 42 kilos de peso y se ha presentado como una suerte de "mecano-chandelier", expresión de Josie, repleto de pequeños pezones que parecen emanar la esencia de la propia leche materna.
Un cierre de año cargado de simbolismo
Pese a que en años anteriores Cristina Pedroche ya había empleado su atuendo para aludir a temas como el medioambiente o la situación de los refugiados, esta vez ha querido que el protagonismo recayera en la infancia vulnerable. "Este vestido me produce mucha felicidad porque me ha permitido poner el foco sobre diseñadores y artesanos españoles, y porque sirve para recordarnos que debemos cuidar a los más pequeños", concluye la comunicadora.
Las reacciones no se han hecho esperar. Aunque muchos aplauden la valentía y la fuerza de este mensaje, también hay quienes cuestionan su estética tan rupturista. Sin embargo, la propia Pedroche lo tiene claro: "Para mí, lo importante es que este gran altavoz sirva para algo más que la moda: habla de la realidad de los niños y niñas del mundo que necesitan nuestro apoyo".
Los detalles del vestido
El vestido consta principalmente de tres elementos clave. En primer lugar, un casquete de aire teatral, confeccionado con técnicas de alta sombrerería. Esta pieza aporta un toque escénico al conjunto y está rematado con pequeños cristales que evocan un delicado brillo. El segundo elemento es el corsé, estructurado para sostener el torso, donde se han dispuesto 8.500 cristales elaborados con gotas de leche materna. Estas incrustaciones están especialmente tratadas con pan de plata y mezcla de resinas, logrando un efecto visual impactante. Por último, se incluye un guardainfantes de inspiración renacentista, cuya armazón metálica y posterior aplicación de seda y encajes se completó con el mismo motivo de cristales.
Para conseguir la forma y el volumen requeridos, se utilizaron hormas y moldes artesanales que permitieron la colocación simétrica de todas las piezas, desde la base metálica hasta los detalles ornamentales. El ensamblaje requirió más de 2.500 horas de dedicación, desde la fabricación del armazón hasta la aplicación de cada uno de los "pezones" que simulan la idea de la "leche brotando". Además, la joyera Belén Mozas contribuyó con su habilidad para cristalizar la leche, preservando su esencia y convirtiéndola en un elemento estético, pero también cargado de simbolismo. El resultado final, con un peso superior a 40 kilos, ejemplifica la armonía entre la innovación conceptual y la dedicación artesanal de un equipo que buscó trascender la mera apariencia.
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