Pornografía
Siete de cada diez adolescentes en España consumen pornografía
La pornografía, el sexting y el grooming, además de la adicción a los videojuegos y a las apuestas, principales riesgos del uso que los adolescentes gallegos hacen de internet. Son las conclusiones del mayor estudio realizado hasta el momento para analizar la utilización que los menores hacen de las Tecnologías de las Relaciones, la Información y la Comunicación (TRIC).
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En España, casi siete de cada diez niños (68,2%) consumen pornografía y la mayoría acceden a ella a los 12 años, a veces incluso antes. Lo hacen a través del teléfono móvil, en páginas de contenido gratuito, muchas veces basadas en la violencia y la desigualdad.
Así lo asegura Save the Children en su informe '(Des)información sexual: pornografía y adolescencia', que estudia el consumo de contenidos sexuales entre la población adolescente y el impacto que tienen en sus relaciones y su desarrollo.
Para la elaboración de este estudio han participado un total de 1.753 jóvenes de entre 13 y 17 años. El informe, además, recoge una serie de consejos sobre cómo tratar el tema de la sexualidad para las familias, profesores y los propios adolescentes.
El uso que los adolescentes le dan a Internet
El estudio 'Adolescencia, Tecnología, Salud y Convivencia', presentado esta mañana en A Coruña por la Fundación Barrié y la Universidad de Santiago, abarca el testimonio de 10.051 adolescentes pertenecientes a 59 centros educativos de toda Galicia. Ha detectado que uno de cada cuatro adolescentes gallegos hace un uso problemático de Internet.
La directora de la Fundación Barrié, Carmen Arias Romero, y el profesor titular del Área de Metodología de las Ciencias del Comportamiento de la USC y responsable científico del estudio, Antonio Rial Boubeta, señalan que este diagnóstico debe servir ahora para "diseñar actuaciones de prevención eficaces y concebidas desde una óptica empírica".
En detalle, el estudio incide en los riesgos del uso indebido de los contenidos de índole sexual en internet, donde la pornografía, el sexting y el grooming son realidades cotidianas. Así, el 44% de los adolescentes gallegos reconoce consumir pornografía online e, incluso, un 42,2% ha intercambiado mensajes sexuales.
De forma preocupante, un 11,6% afirma haber recibido una proposición sexual por parte de un adulto. En este apartado, un 18,6% de las chicas han sido presionadas para enviar fotografías o vídeos íntimos frente al 6,9% de los chicos.
Adicción al juego
El informe subraya también el impacto de los videojuegos en la adolescencia. Se traduce en una tasa de adicción de hasta el 4%, que alcanza a más de 5.000 adolescentes en Galicia. A ese porcentaje, habría que añadir un 13,1% adicional de menores para quienes los videojuegos "estarían empezando a convertirse en un problema". Estas cifras se incrementan cuanto mayor es la frecuencia de juego y más horas le dedican.
Los investigadores hacen hincapié en la relación entre el consumo de videojuegos y el acoso escolar, que actualmente sufre en Galicia al menos uno de cada cinco adolescentes (22,9%). Las cifras son mayores entre los que juegan habitualmente a videojuegos violentos designados como PEGI 18. Como conclusión, el estudio establece que su consumo frecuente al comienzo de la adolescencia, entre los 12 y los 13 años, hace duplicar las tasas de agresores (3,6% frente al 1,7%).
La adicción al juego es ya una amenaza para al menos uno de cada diez adolescentes que apuestan (12%). Hasta un 12,5% reconoce haberse visto obligado a pedir dinero prestado para jugar o saldar sus deudas e, incluso, un 12,1% ha llegado a robar.
Salud mental
El informe analiza, además, los hábitos de vida de los adolescentes, tanto en términos de salud general como de salud mental. Aplica los instrumentos de cribado que utiliza la OMS para evaluar el bienestar emocional, la satisfacción con la vida, la depresión y la ideación suicida. Según los promotores del estudio, en este apartado la realidad es "alarmante".
El 17,8% de los adolescentes presenta síntomas de depresión grave y moderada y el 12,7% tiene ideas suicidas recurrentes. Estas cifras se multiplican por tres o cuatro entre quienes sufren acoso escolar.
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