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TIENEN ENTRE 21 Y 31 AÑOS
Cuatro detenidos por vender 35 veces una videoconsola inexistente a través de internet
La Policía Nacional ha detenido en Málaga a cuatro personas entre 21 y 31 años como presuntos responsables de un delito de estafa. Vendieron a través de Internet más de 35 veces una videoconsola inexistente. Dos de los detenidos cogían el dinero de las tranferencias, se quedaban con una parte a modo de comisión y daban el resto a los dos cabecillas de la trama.
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han detenido en Málaga a cuatro personas entre 21 y 31 años como presuntos responsables de un delito de estafa cometido a través de Internet al vender por ese cauce más de 35 veces una inexistente videoconsola.
Más de una treintena de personas han sido estafadas en distintos puntos de España y dos de los arrestados son los cabecillas y artífices de la trama (un hombre y su pareja sentimental), mientras que los otros recibían las transferencias en sus cuentas, se quedaban con una comisión y entregaban el resto a los jefes.
Ofertaban a través de diversos portales de compraventa una consola de última generación a un precio muy atractivo -muy por debajo del de mercado- para lograr así atraer al mayor número de víctimas, según un comunicado remitido hoy por la Comisaría Provincial de Policía.
La investigación se inició tras la primera denuncia interpuesta ante la Policía en Palma de Mallorca de un ciudadano que acordó la compra de una consola de mesa y que, para formalizar el trato, ingresó el dinero en la cuenta de una sucursal bancaria que le facilitó el vendedor, pero transcurrido el tiempo no recibió el producto.
Los investigadores identificaron y detuvieron en Málaga al titular de la cuenta y pudieron averiguar que trabajaba en connivencia de otras tres personas de esta ciudad que, supuestamente, se dedicaban a vender una videoconsola inexistente a través de anuncios en Internet.
Durante la investigación, los agentes localizaron -en diferentes localidades de la geografía española- a 35 víctimas, muchas de las cuales desconocían que hubieran sido víctimas de la estafa. A los compradores potenciales se les exigía que ingresaran el dinero pactado en una cuenta bancaria y, una vez que se realizaba, los supuestos vendedores no volvían a contactar con las víctimas.
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