Se cuelga a 12 metros para impedir, sin éxito, el desahucio de Zohra y su familia de un piso en Madrid

Una familia residente en el número 31 de la calle Zurita, en el barrio de Lavapiés (Madrid) ha sido desahuciada este miércoles pese al intento de un activista que se había colgado para impedirlo.

El Sindicato de inquilinas e inquilinos de Madrid denunció que tanto Zohra como su familia vivían en "condiciones deplorables" con humedades, filtraciones de agua, chinches, cucarachas y problemas estructurales.

La familia recibió el aviso que ordenaba su desahucio hace unos días. El 26 de junio y el 16 de julio el Sindicato de Inquilinas lograron paralizar dos primeros intentos de desahucio. Pero esta vez no ha sido posible.

En la operación se ha pedido la intervención de la intervención de la Policía y de los Bomberos para desalojar a un hombre que se había colgado del edificio para intentar impedir el procedimiento.

El Sindicato de Inquilinas asegura en una nota de prensa la familia, con un niño de ocho años, son una familia "vulnerable" y que han sido desahuciados de la casa en la que llevaban viviendo más de diez años después que los antidisturbios hiciera uso de la fuerza para entrar en el portal, bloqueado por una decena de personas que trataba de impedirlo.

"Zohra cumple todos los requisitos de vulnerabilidad que exige el Real Decreto pero desde el sindicato sabemos que ni siquiera con esos requisitos valen. Todas somos vulnerables frente al rentismo y las instituciones al servicio del capital. Que se venga la ministra de Vivienda, que le vamos a servir un vino y un espeto. A ver si así haces algo, Isabel Rodríguez", han señalado desde el sindicato.

Finalmente, se ha producido el desalojo de una mujer, Zohra, su marido y su hijo de 8 años, de origen marroquí que se encuentran en situación de vulnerabilidad, según ha denunciado el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid.

Un activista se cuelga para evitar el desahucio

La Policía detiene al hombre que se había colgado en un patio de vecinos con la amenaza de precipitarse al vacío si salía adelante el desahucio, que finalmente se ha llevado a cabo. Lo hacía como medida de presión, pero sin éxito.

El activista se había colgado con la idea de que si derribaban la puerta para ejecutar el desahucio, se activaría un mecanismo por el que la cuerda caería al suelo desde una altura muy elevada.

Desde primera hora se han desplazado agentes de la Policía Municipal y los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, que han cortado la calle al tráfico. Los agentes han pedido a los bomberos que descolgasen a un activista que se encontraba colgado a 12 metros en el patio del edificio.

Y, pese a las resistencias y el intento de bloquear la puerta, la comisión judicial ha entrado con ayuda de los policías a la vivienda. Los trabajadores del Samur Social ha ofrecido una solución habitacional a la familia con el alquiler temporal en un piso compartido en Vallecas.

El edificio entero es del mismo casero

Según la organización, el juez decidió no aplicar la suspensión argumentando que Zohra no pudo demostrar que su casero, residente en Tenerife, posee 27 viviendas, a pesar de haber documentado que el propietario posee también un bloque de viviendas en Lavapiés y otras propiedades.

Todo el edificio, ubicado en calle Zurita, 31, pertenece al mismo hombre, según informa el sindicato y denuncian que se niega a realizar las reparaciones oportunas.

Según el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el número de lanzamientos practicados en la Comunidad de Madrid entre enero y marzo pasados ascendió a 725, 16 más que en el mismo lapso de 2023.

El desahucio es un procedimiento judicial que ordena, mediante sentencia, el desalojo del inquilino. El lanzamiento es el acto de ejecución de dicha sentencia.

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