Coronavirus
Se cumplen tres años desde que el mundo puso su mirada en La Gomera por culpa del covid
La isla canaria registró el primer caso de covid en nuestro país, un ciudadano alemán que estaba de vacaciones con un grupo de amigos.
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El 31 de enero de 2020, muchos pusieron en el mapa a la isla canaria de La Gomera, aunque no por su extensa red de senderos o por su bosque único de laurisilva, sino por registrar el primer caso de covid de nuestro país. Fue un turista alemán que vivía de la región de Baviera y había venido de vacaciones con un grupo de amigos después de participar en un curso con una persona procedente de Wuhan, el centro del brote del virus en China y en todo el mundo.
Esta persona estaba contagiada y le transmitió el virus. La alerta se recibió en el servicio canario de salud pasadas las diez y media de la noche de aquel 31 de enero. Se les identificó y se les sometió al protocolo que había en aquel momento. Tras ello se les envió a Madrid al Centro Nacional de Microbiología que era el único donde se podían realizar. Es ahí cuando se confirmó el primer caso.
Rápidamente se hizo un seguimiento de sus movimientos desde que salió de su país hasta que llegó a Canarias. A partir de ahí, y aunque no presentaba síntomas, tuvieron que ser aislado en el hospital durante 15 días. A pesar del desconocimiento y la poca experiencia que había, gracias a la profesionalidad de los servicios sanitarios de La Gomera y del personal de Salud Pública, se consiguió que no hubiera ningún caso secundario.
Pocos días después, y en medio de una de las calimas más intensas de las que se recuerda en las islas y que obligó incluso a cerrar aeropuertos, saltó un nuevo caso, en esta ocasión en un hotel del sur de Tenerife con casi 900 clientes. Los servicios de emergencia, atención primaria y salud pública organizaron un hospital de campaña ejemplar para atender a más de un millar de personas, aislarles, atenderles médicamente y controlar la evolución de los que se habían contagiado.
Ramón Pinto, jefe de Enfermería de Atención Primaria de Tenerife y uno de los profesionales al mando del operativo recuerda aquellos días con emoción: "Era muy estresante pero gratificante al mismo tiempo, fuimos capaces de coordinarnos tan bien que en unas horas el hotel funcionaba como un verdadero hospital, ninguno nos contagiamos, y eso a pesar de que apenas teníamos EPIs".
Recuerda que hizo falta una orden judicial para retener a tanta gente en un hotel durante catorce días: "La gente no entendía que hacían allí dentro, estaban de vacaciones, con un tiempo estupendo, pero no podían salir de sus habitaciones. Vivieron una distopía".
Aunque poco tiempo les duró la ciencia ficción, lo que se ensayó aquellos días en el hotel H10 Costa Adeje del sur de Tenerife tardó muy poco en trasladarse al resto de las islas, del país y del mundo cuando el virus logró encerrarnos en nuestras casas durante meses.
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