"A las nueve de la mañana la Guardia Civil detenía en la Sierra de la Serena, en Badajoz, a los hermanos Antonio y Emilio Izquierdo, después de que provocaran una de las matanzas más graves de los últimos años". Así comenzaba la crónica de urgencia que emitía Antena 3 Televisión hace veinte años con motivo del crimen de Puerto Hurraco, suceso que ha pasado a la historia como una de las páginas más negras de las crónicas de sucesos en España.
"Recuerda a una de esas fotografías en blanco y negro de sucesos, de asesinos con las manos llenas de sangre", afirmaba el conductor del informativo de esta cadena. Y más o menos así ha pasado a la historia este crimen y la imagen de sus autores, los hermanos Izquierdo, condenados a 700 años de cárcel y ya fallecidos.
Hace veinte años, ambos salieron a la calle vestidos de cazadores en la localidad de Puerto Hurraco y dispararon indiscriminadamente contra todo el que se cruzaba en su camino. Siete personas murieron y diez resultaron heridas. Todo apuntaba a que la causa era una vieja rivalidad entre la familia Izquierdo y la familia Cabanillas. El objetivo de los Izquierdo era vengar a tiros de escopeta la muerte de su madre, fallecida en 1984 en un incendio del cual culpaban a la familia Cabanillas.
Las hermanas de Emilio y Antonio, Ángela y Luciana Izquierdo, fueron consideradas como las verdaderas inductoras de los hechos, pero, finalmente, fueron absueltas en el juicio al no encontrarse pruebas contra ellas. Antena 3 hablaba con ellas poco después de conocerse la noticia dentro del tren en el que viajaban. Ambas acabaron sus días en un hospital psiquiátrico de Badajoz en 2005.
El crimen causó tanto impacto en la sociedad española que la historia fue llevada al cine por el director Carlos Saura bajo el título de 'El séptimo día'.
El último capítulo de la tragedia
Antonio Izquierdo, uno de los autores, se suicidó hace apenas unos meses en la cárcel de Badajoz en la que cumplía condena por este crimen. Se escribía así el último capítulo de esta truculenta historia, con su ahorcamiento en la celda de prisión y sin nadie que se hiciera cargo de su funeral, al que asistieron multitud de medios de comunicación.
Emilio Izquierdo, que padecía problemas de corazón, murió en 2006 a los 72 años en su celda por causas naturales.
