Verano

Darse una ducha o fregar los platos, una lotería para los vecinos de algunos pueblos que se quedan sin agua en verano

Los vecinos del municipio gallego Bastiagueiro y del andaluz Villaverde del Río, se quejan de que les falta agua y que apenas tienen presión suficiente para poder realizar actividades tan cotidianas como fregar los platos o darse una ducha.

Poner una lavadora, fregar los platos e incluso darse una ducha es una lotería para algunos vecinos de localidades como Bastiagueiro en A Coruña o Villaverde del Río en Sevilla porque cuando llega el verano se quedan sin agua. Son problemas que desde el Ayuntamiento del municipio andaluz ya tratan de solucionar pero no hay tanta suerte para los gallegos, ya que desde su consistorio insisten de que la situación la provocaron ellos mismos.

Las piscinas nunca habían sido tan odiadas en plenas olas de calor como lo son para los habitantes de Bastiagueiro. Tienen que sufrir año tras año las consecuencias de la llegada del verano y la respectivas aperturas de lo que para muchos es una suerte para refrescarse ante el aumento de la temperatura. La situación se da durante todo el año, pero en esta época del año el problema va más.

Si fregar los platos o darse una ducha ya es complicado para muchos vecinos de la localidad, poner una lavadora todavía lo es más y algunos directamente no son capaces de hacerlo. De hecho, una de las afectadas explica a Antena 3 Noticias que incluso se le han roto algunos electrodomésticos.

La presión del agua sube y baja y eso lo complica todo. Sin embargo, el Ayuntamiento gallego asegura que el problema solo se da en ese bloque de vecinos porque está en una de las zonas más altas del pueblo y, además, explican que "ya tenían un bombeo propio del edificio y, sin razón alguna, lo sacaron y ahora dicen que no les llega el agua".

Agua intermitente

En Villaverde del Río en Sevilla también se apañan como pueden porque el problema es, más o menos, similar al que ocurre en el pueblo gallego. Aquí, en cambio, se trata más bien de cortes de agua intermitentes que impiden realizar las actividades cotidianas de una forma relajada. Todo está medido y cuadriculado para llevarlas a cabo durante las 11 horas que tienen disponible el agua.

No les queda más remedio que llenar varios cubos de agua para estar prevenidos sobre las doce o una que se da uno de estos cortes. A partir de ese momento, las interrupciones son aleatorias y ya, a partir de las 19:00 horas, "nos desconectan el agua y no tenemos ni agua fría ni agua potable".