Negligencia médica
David, el hombre de 44 años que quedó en estado vegetativo por una negligencia médica en Granada
La familia ha denunciado al SAS por una posible mala praxis durante una operación a la que fue sometido el paciente y reclama dos millones de euros de indemnización.
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David tiene ahora 45 años. Su hijo acaba de cumplir la mayoría de edad. Su otra hija, ya tiene 17. Ha pasado un año y casi dos meses desde que se produjo la supuesta negligencia médica en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada por la que su familia ha denunciado al SAS: durante una intervención quirúrgica sufrió una falta de riego sanguíneo -hipoperfusión, en términos clínicos- que le habría dejado en estado vegetativo. Según el abogado de la familia, Joaquín Perales, en el informe médico figura que “durante la intervención hubo complicaciones por una probable hipoperfusión sanguínea”, por eso considera que este hecho, la falta de oxígeno que sufrió su cliente, “no es discutible”, aunque se desconoce el tiempo que sufrió esta circunstancia. El caso es que David quedó en estado vegetativo. Solo mueve el cuello y los párpados. Tiene ceguera y fallos orgánicos importantes.
Fue el 26 de noviembre de 2023, entre las siete y ocho de la tarde, cuando David acudió a su centro de salud por unos fuertes dolores en la espalda y en el pecho que no le resultaron normales. Aunque le dieron calmantes, el dolor no remitió y fue derivado al Hospital San Cecilio. Un TAC descubre una disección aórtica -un desgarro en la capa interna de la arteria-. Entonces, ya en el Hospital Virgen de las Nieves de la ciudad nazarí, David es ingresado de urgencia. Deben intervenirle quirúrgicamente cuanto antes. Para cuando esta decisión se produce, ya son las tres de la tarde del lunes; ha pasado casi un día completo. Como haría cualquiera, David cogió el móvil para informar a sus padres de la operación programada ese lunes, 27 de noviembre, a las cuatro de la tarde. Ninguna de las partes lo sabía por entonces, pero esta sería la última llamada telefónica que realizaría.
Según el relato de Miguel, padre de David, llegaron lo más rápido que pudieron a Granada -estaban de viaje en Madrid-. Su hijo estaba en quirófano y no tenían más información. Pasaron horas de espera hasta la una y media de la madrugada, cuando dos doctoras atendieron a la familia para informar de cómo ha ido la intervención. Pero bastaron algunas palabras y el rostro serio de las sanitarias para que Miguel comprendiera que su hijo tenía un mal pronóstico. “Les vi una actitud de disculpas”, sospechaba. “A David le van a quedar secuelas, puede que pierda algún sentido”, son algunas de las frases que Miguel recuerda del veredicto médico.
Ha sido en noviembre de 2024, cuando se ha obtenido la catalogación de la invalidez de David: completa. En ese momento, el despacho procedió a la presentación de la reclamación patrimonial. La misma se fundamenta en la falta de riego sanguíneo que sufría David durante la operación “que ha demostrado un informe médico pericial”, matiza el abogado. Además, Perales afirma que no tienen constancia, ni le han hecho llegar, una hoja de consentimiento de la operación firmada por David. En este escenario, hay que resolver “si esa falta de riego sanguíneo es una complicación no consentida por el paciente o si, además, esa complicación puede generar una negligencia médica, que es lo que viene recogido en el informe pericial”, sostiene el letrado.
Sobre la cuantía de la indemnización, 2.054.831 de euros, Joaquín Perales explica que no hay un “baremo claro” para este tipo de casos, aunque sí lo hay para accidentes de tráfico. “Se llama la ley de responsabilidad civil y es preceptivo para cualquier víctima de accidentes de tráfico” por eso, dice, se ha aplicado “por analogía”. Así, se han tenido en cuenta factores como “el tiempo de curación, secuelas totales, situación legal de invalidez, necesidad de actualización de la vivienda…” y la cantidad resultante ha sido más de dos millones de euros.
Hoy por hoy, David se encuentra ingresado en el Hospital San Rafael de la provincia de Granada. Allí recibe la asistencia sanitaria básica, aunque sus padres costean las terapias que necesita a diario. “Este último mes una factura de más de 600 euros”, explica el padre. Miguel añade que el pronóstico que le queda a su hijo es estar “lo más cuidado posible” y encontrar tratamientos que puedan darle una mejor calidad de vida. Tampoco encuentran tratamiento que contribuya a mejorar su capacidad cognitiva y motora, por lo que se plantean incluso buscar médicos en el extranjero. “Ahora mismo David es un bebé de 80 kilos”, concluye su padre emocionado. Por delante, probablemente años para obtener una respuesta judicial firme a lo que ocurrió en el quirófano del hospital granadino aquel 27 de noviembre.
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