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LA SEGURIDAD DE LOS NIÑOS

La agresión a una niña de Mallorca reabre el debate sobre la conveniencia de colocar cámaras en los colegios

El acoso podría demostrarse si hubiera cámaras en los colegios. En algunos centros ya se usan pero hay unas normas estrictas. Ni se pueden colocar en cualquier sitio ni se permite a todo el mundo acceder a ellas.

Una cámara de seguridad colocada en un aula fue definitiva para detectar el acoso de un menor hacia una compañera de bachillerato en un centro vizcaíno. La menor tuvo que abandonar el centro y se trasladó a otra comunidad. Pero entonces, otra alumna comenzó a sufrir un acoso similar. La fiscalía pidió para el acosador tres años de libertad vigilada.

El fiscal Superior del País Vasco reconoce que en casos de bullying, como este, las cámaras de investigación, autorizadas por un juez, ayudan a esclarecer los hechos y nadie cuestiona su utilidad.

Desde hace unos años, en un colegio de Tenerife tienen cámaras de seguridad. Una fórmula, que en opinión de algunos padres resulta útil para la vigilancia y protección de sus hijos. En cuanto al punto de vista del profesorado. Consideran que las cámaras ayudan pero no son infalibles.

En España está permitido colocar videocámaras en las zonas comunes de los centros educativos, pero siempre y cuando las imágenes se conserven durante unos días y sólo el director tenga acceso a esas grabaciones.

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