El organizador de la fiesta que acabó en tragedia la noche de Halloween en el Madrid Arena, Miguel Angel Flores, admitió haber emitido "unas 17.500 entradas e imprimir 13.500 para cubrir los diferentes puntos de venta. Flores explicó que los "tickets" sobrantes hasta el aforo permitido "se destruyeron".
En su primera declaración ante el juez, la que hizo ante la policía apenas seis horas después de la avalancha mortal, Flores aseguró que un representante de la Delegación del Gobierno en Madrid supervisó el plan de evacuación, mirando los extintores, los cierres antipánico de las puertas y comprobando fehacientemente que todas las salidas de emergencia funcionaban correctamente.
Flores asegura que se derrumbó al conocer la tragedia
El propietario de Diviertt añadió que las puertas se abrieron a las 23.15 horas, cuando llegó el permiso de la delegación del gobierno tras haber dado el visto bueno el representante que estaba evaluando el plan de evacuación.
Rafael Pastor, director de seguridad de la empresa municipal Madrid Espacios y Congresos, propietaria del recinto, también asegura a la Policía que un representante de la Delegación del Gobierno revisó el recinto.
El departamento que dirige Cristina Cifuentes ha asegurado en dos ocasiones que dos policías nacionales acudieron exclusivamente a recoger documentación y que su función no era revisar planes de evacuación ni salidas de emergencia.
En sus 90 minutos de declaración ante la Policía, Flores aseguró que se enteró de la avalancha cuando le informó el personal de seguridad y que "al saber que tres chicas habían muerto" se derrumbó y se escondió para llorar.
