La defensa de un encarcelado de Barbate recusa a la jueza por portar una pulsera de la Guardia Civil

La jueza que instruye el caso de los guardias civiles asesinados en Barbate en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de la localidad ha sido recusada por la defensa de uno de los encarcelados. El pasado lunes estaban citados para declarar en calidad de testigos los agentes de la Guardia Civil que detuvieron a Kiko 'El Cabra' y a cinco sospechosos.

La Guardia Civil descartó que los encarcelados fueran los autores responsables de la embestida mortal a los agentes, aunque permanecen en prisión. Cuando uno de los agentes comenzó a presentar declaración, un abogado defensor vio que la magistrada llevaba en el brazo una pulsera con el emblema de la Guardia Civil, según detalla 'Diario de Cádiz'. Fuentes consultadas por el citado medio explican que esa pulsera incluía un distintivo del Grupo de Acción Rápida (GAR), la unidad a la que pertenecía David Pérez, uno de los agentes asesinados en Barbate.

En aquel momento el abogado defensor manifestó en sala del juzgado su intención de recusar a la magistrada. Finalmente lo formalizó por escrito el miércoles. La defensa ve incompatible que la jueza siga instruyendo este procedimiento habida cuenta su afinidad manifiesta con los testigos que prestaban declaración ese día, así como con el cuerpo de la Guardia Civil en general.

Después de todo el revuelo en la sala, la magistrada de Barbate suspendió las declaraciones previstas para esa jornada, los agentes que debían testificar en sede judicial no lo hicieron. Al estar abierta la recusación, ahora habrá que trasladarlo a las partes para que indiquen en el plazo de tres días si se adhieren al mismo o si, por contra, impugnan esa recusación. Después se nombrará a un nuevo juez que determine si la instructora de Barbate es competente o no para seguir tramitando el caso.

Uno de los guardias civiles que sobrevivieron en Barbate llevaba 18 horas en turno

Uno de los Guardia Civiles fallecidos en Barbate llevaba 18 horas seguidas de servicio, desde las tres de la madrugada del 9 de febrero hasta las 20:30 del día después, hora en la que sucedieron los hechos. Los agentes, además, aseguran que la embarcación no era la adecuada: "Las dimensiones de la barca en la que íbamos no estaban preparadas para ese cometido de ninguna de las maneras". Así lo comentó uno de los guardias civiles que sobrevivió en su declaración.

"En el momento del impacto si vemos, claramente, que vienen de lejos sin cambiar la trayectoria, iban a por nosotros", comentó. Denuncia lo mismo que otras asociaciones policiales como JUCIL, las condiciones en las que fueron enviados a esa misión.

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