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FALLECIÓ POR UN GOLPE DE CALOR
Demanda a una aerolínea por la muerte de un bulldog tras nueve horas en la bodega
Un hombre viajó en una conocida aerolínea con su perro hasta Santo Domingo y se encontró al animal muerto. El dueño descubrió el transportín del animal abandonado en la cinta de equipajes. La compañía se enfrenta a una demanda y a una indemnización por daños morales. La querella busca un cambio en las condiciones en las que las mascotas viajan en estas aeronaves.
La muerte de un bulldog francés de 3 años tras pasar nueve horas en la bodega de un avión de Iberia que hacía el trayecto Barcelona-Santo Domingo será objeto de demanda judicial por parte de un despacho de abogados que pretende llevar a la aerolínea a los tribunales. El despacho de abogados LoganLex prepara una demanda contra Iberia, para el próximo 26 de julio, por incumplimiento contractual y solicitud de indemnización para el propietario del perro pero también busca "un cambio en las condiciones en las que las mascotas viajan en las aeronaves".
El director de LoganLex, Víctor Valladares, ha explicado que el pasado 12 de junio el perro, llamado 'Roko', que se hallaba en perfectas condiciones de salud, embarcó en Barcelona, en la bodega del avión de Iberia metido en un transportín. El vuelo tenía una escala en Madrid que se prolongó más de lo previsto y durante la cuál no se permitió al propietario acceder a la bodega para ver en qué condiciones estaba el animal que, según informes veterinarios, falleció por un golpe de calor.
Una vez en Santo Domingo, el propietario se dirigió al departamento correspondiente del aeropuerto para buscar al perro y se lo encontró ya muerto, dentro del transportín que había sido abandonado en una esquina de la cinta de equipajes. Según el dueño del perro, el bulldog tenía el cuerpo "absolutamente duro y sin estímulo alguno". Dado que el propietario entiende que ha habido negligencia en el cuidado del animal ha delegado en el citado despacho de abogados para que inicie acciones contra Iberia.
El dueño del bulldog solicita una indemnización por daños morales y por el hecho de que se encuentra en tratamiento psicológico tras la muerte de su mascota.
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