Maltrado

La denuncia de una mujer contra una residencia de Arganda del Rey: "Mi madre fue agredida por una trabajadora, la abofetearon"

"Mi madre fue agredida por una trabajadora, la abofetearon en la cara y nadie nos avisó", denuncia la hija de la mujer presuntamente golpeada en una residencia.

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Todo sucedió de madrugada, en una residencia de Arganda del Rey, en Madrid. María, de 93 años llamó al timbre de la habitación para que la auxiliar le echara una crema para la rozadura del pañal. Según su versión la empleada entró: "Mi madre le insiste que, por favor, que tiene mucha molestia, pero la auxiliar se niega", asegura Sara, su hija.

En un segundo intento, la trabajadora "entró a la habitación de muy malos modos. Y le propina un bofetón", añade. Su madre, dice, intentó defenderse. Cogió lo primero que encontró, un marco de fotos que tenía en la mesilla de noche, y la empleada "se lo quitó de las manos, la sujetó y le volvió a dar otro bofetón.", relata Sara.

"Estoy sola en el turno y nadie te va a ayudar"

En ese momento la anciana pidió auxilio "pero la trabajadora le contesto, puedes gritar todo lo que quieras, que estoy sola en el turno y nadie te va a escuchar".

Cuando las empleadas del turno de mañana vieron la residente con la cara marcada lo comunicaron a sus superiores: "Tenía los cinco dedos marcados, las muñecas, heridas en el antebrazo. Bajaron y dijeron, aquí ha pasado algo muy grave".

Nadie avisó a la familia

Lo peor es que nadie avisó a la familia. Dos días después su hija fue a visitarla y vio las heridas en la cara. La familia está indignada, porque acusan a la auxiliar de no apuntar en el registro esa incidencia: "Quizá porque pensaba que mi madre no lo iba a contar, o porque se le iba a olvidar".

La residente, de 93 años, es dependiente, y según su familia no padece ninguna demencia importante: "Se orienta perfectamente y tiene la cabeza fenomenal", aseguran sus familiares.

Tras llevarla al médico llevaron el parte de lesiones al juzgado de guardia de Arganda del Rey, en Madrid, donde ya han puesto una denuncia. Además han puesto una reclamación ante la Comunidad de Madrid, que ha abierto un expediente informativo para aclarar lo sucedido.

La trabajadora sigue trabajando en la residencia, aunque la han trasladado a otra planta. Desde el centro afirman que no pueden hacer declaraciones, porque el caso está bajo investigación. La familia solo quiere que un caso como este no se repita: "Igual que a mi madre le puede pasar a cualquier otra persona.

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