Carlos Ortiz lleva varios días pendiente de la evolución de su padre, ingresado por coronavirus desde el 19 de enero en el Hospital Universitario Virgen del Rocío, en Sevilla. A su estado de salud se suma ahora otra preocupación, el robo que sufrió mientras permanecía en la UCI.
Dos días después de ingresar al hospital tuvieron que derivarle a la unidad de cuidados intensivos, donde permanece sedado. Cuando su padre salió de casa, se subió a la ambulancia con lo puesto y todos los objetos se guardaron en una bolsa que custodiaba el centro.
El pasado domingo devolvieron a la familia las pertenencias personales del paciente ingresado por coronavirus, momento en el que se percataron de la ausencia del dinero.
La impotencia por este tipo de actos en un momento como el actual llevaron a Carlos a denunciar los hechos ante la Policía Nacional e interponer una reclamación al centro.
Le faltaban 170 euros
La política sanitaria del hospital frente al coronavirus prohíbe que las bolsas con las pertenencias de enfermos se abran directamente en el centro. Tiene que ser en casa, en un sitio ventilado y preferiblemente pasados unos días. Y así lo hicieron.
Cuando la abrieron, descubrieron que estaba todo menos los 170 euros que su padre llevaba encima.
La bolsa viene acompañada de un inventario que enumera las pertenencias del paciente una vez ingresa en el hospital. Además de otros objetos, en la lista se incluía la cartera de su padre con la cantidad mencionada.
Carlos y su familia no obtuvieron respuesta tras su reclamación al hospital, con la que buscaban una explicación lógica que no les llevara a sentir la "vergüenza ajena" hacia personas capaces de robar a un paciente ingresado por coronavirus.
El hospital sevillano ya ha abierto un expediente por daños materiales para tratar de esclarecer los hechos.
Otros robos a pacientes con coronavirus
Hay quien aprovecha la pandemia para protagonizar este tipo de actos inmorales y, por desgracia, el robo al padre de Carlos, ingresado por coronavirus, no es un caso aislado.
Otro robo se produjo en el hospital de Bellvitge, en Barcelona. Los familiares reclamaron las pertenencias de un enfermo que lamentablemente falleció por coronavirus y les dijeron que no aparecía. Según afirman sus más allegados, había objetos valorados en 3.000 euros.
