Es uno de los emblemas de Galicia. El desprendimiento se ha producido en uno de los arcos de la playa de As Catedrais, en Ribadeo (Lugo). Las rocas caídas corresponden a una parte de uno de los arcos, a un tramo de 6 metros de ancho y 10 de alto.
Se trata del primero de los tres arcos que están en el arenal de la playa de Las Catedrales, una formación rocosa y paisajística sobre la playa que está considerada Monumento Natural por su belleza y una de las playas más bonitas del mundo.
“En Ribadeo somos privilegiados por contar con una hermosísima costa, pero todos, tanto ribadenses como visitantes, tenemos que ser conscientes de sus especiales características, tanto para lo bueno como para lo malo”. Son las palabras de Fernando Suárez, alcalde de Ribadeo (Lugo). El regidor asegura que se toman todas las medidas necesarias para evitar riesgos pero que hay fenómenos a los que es difícil anticiparse. “Es un suceso inherente a esta costa. Predecir estos fenómenos es poco menos que imposible y está fuera de nuestro alcance. A las administraciones solo nos queda tomar medidas preventivas y los vecinos y visitantes tienen que tomar conciencia”.
Un gran desplome
A falta de confirmar todavía la cantidad de piedra que ha podido desplomarse, las primeras informaciones apuntan a una superficie de unos 6 metros de ancho por 10 de alto. Un derrumbamiento que destaca por su tamaño ya que lo habitual es que se produzca caídas de piedras pero de menor alcance. Así lo explican desde Medio Ambiente, "no son novedosos" ya que se producen "de forma frecuente", pero en este caso "llama más la atención" por su tamaño.
“Es un suceso inherente a esta costa. Predecir estos fenómenos es poco menos que imposible y está fuera de nuestro alcance"
Los técnicos de Patrimonio Natural de Lugo han realizado ya una visita a la zona para elaborar un informe sobre lo sucedido. Una vez se conozca el resultado de este informe se valorará "si hay que hacer algún tipo de trabajo o intervención". Mientras, se prevé que la marea se lleve de forma natural las piedras.
En ese momento, el desprendimiento de rocas no ha afectado a ningún visitante. En un derrumbe anterior, en el pasado mes de marzo de 2018, otro desprendimiento acababa con la vida de una mujer que paseaba por la playa. La mujer fallecía como consecuencia de las heridas al caerle varias rocas encima. Se trataba de una joven que visitaba la playa, Irene Baladrón Zorita, de 24 años y vecina de Valladolid.
Los arcos en esta playa de As Catedrais (Playa de Las Catedrales) se han formado con el paso de los años como consecuencia a la erosión del viento, el agua y el salitre.
Los arcos se inspeccionaron en 2018, tras el trágico accidente mortal de Irene Baladrón, y los técnicos concluyeron que la estructura de las arcadas y los acantilados de piedra se habían debilitado y aconsejaban proteger el monumento todo lo posible.
Nuevas restricciones desde julio
Hace ya varios veranos que el acceso está restringido a los visitantes y que se necesita sacar un pase para controlar el volumen de personas que acceden a la playa. Además, la Xunta ha prohibido la posibilidad de andar por los acantilados de la playa, bajo multa de hasta 6.000 euros.
Las reservas han ayudado a controlar la afluencia de los turistas y también a disfrutar del paisaje sin estar rodeados de un exceso de gente.
Desde el pasado mes de julio, se mantienen nuevas restricciones, coincidiendo con este verano de desescalada. Las reservas se deben hacer con 30 días de antelación y en función de las fechas disponibles en la página, siendo 25 el número máximo de personas por tramo.
El hecho ha recordado el triste suceso ocurrido en la Semana Santa de 2018 cuando una joven de 25 años de Valladolid, perdía la vida en As Catedrais (Lugo) al caerle en la cabeza una piedra que se cayó de una de las cuevas. Desde este momento se restringió el acceso a determinadas zonas y se colocó cartelería informativa a lo largo de todo el espacio natural para tratar de evitar que se produjeran accidentes de este tipo.