Desalinizadora de agua

La desalinizadora de Jávea resulta un éxito como alternativa para la obtención de agua potable en periodos de sequía

La desalinizadora se puso en marcha en el año 2002 y es considerada una de las más modernas de España.

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La sequía que vivimos ha obligado a buscar alternativas para la obtención de agua potable. La desalinización es una opción que ya funciona desde hace 20 años en el municipio alicantino de Jávea. La planta desalinizadora, denominada IDAM Xàbia, se puso en marcha tras varios desabastecimientos a finales de los años 90 y principio de siglo por la sequía y la escasez en los acuíferos.

La planta se instaló como solución a la escasez de agua que empeora aun más durante los meses de verano. En invierno, la localidad alicantina cuenta con unos 30.000 habitantes, pero en los meses de calor se cuadriplica su población alcanzando los 120.000 habitantes. De hecho, se teme que una mayor explotación urbanística pueda poner en riesgo el equilibrio de este sistema que con una capacidad de producción de 28.000 metros cúbicos diarios proporciona agua para beber, para regar y para llenar las piscinas de la localidad.

La desalinizadora se puso en marcha en el año 2002 y es considerada una de las más modernas de España. Además, se ve favorecida por la privilegiada orografía de Jávea, con la desembocadura del Río Gorgos y el canal de la Fontana.

Cómo funciona la desalinizadora de Jávea

El funcionamiento de la desalinizadora es complejo. En primer lugar, el agua es captada desde el mar y es bombeada hasta un depósito subterráneo en la planta desalinizadora, donde se le añade cloro para desinfectarla. A continuación, pasa por una tubería en la que se le añade ácido sulfúrico, pasa por otros cinco depósitos de arena que filtran el agua de las impurezas y se mezcla el agua con bisulfito para quitar el cloro.

En los bastidores tiene lugar el proceso de osmosis inversa, que es cuando la sal es separada del agua. Después, el agua se mezcla con dióxido de carbono y cal para equilibrar el agua y, por último, pasa a dos depósitos: uno con una capacidad de 2.500 metros cuadrados y otro que puede almacenar hasta 16.000 metros cuadrados.

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