La intervención policial ha comenzado hacia las seis de la mañana. Los agentes les comunicaban a los allí presentes que debían abandonar la acampada. Según miembros de la policía Nacional y Municipal, el desalojo a transcurrido con tranquilidad y sin incidentes. Sin embargo, muchos de los 'indignados' cuentan una versión diferente.
"Han dado patadas a las tiendas, no nos han dejado coger nada y se han llevado muchas de nuestras cosas, nos han obligado a caminar hacia Atocha sin dejar pararnos y amenazándonos con la porra", ha dicho uno de los jóvenes. Según otros dos chicos de 20 años, centenares de policías "muy agresivos" han aparecido por la mañana y algunos han aplastado sus tiendas a patadas. "Me han cogido del pecho, sacándome de la tienda y me han quitado la documentación, después me han dicho que la habían tirado a la basura", ha declarado otro "indignado"
También ha sido desmantelado de Sol el puesto de información que los "indignados" mantenían tras levantar el campamento el pasado 12 de junio, y los servicios de limpieza han cargado los últimos tablones en un contenedor y han arrancado las pocas pancartas, testimonio de las protestas contra el sistema político, económico y social que quedaban en el lugar.
El grupo de "indignados" estaba acampado en la mediana del Paseo del Prado desde el pasado sábado, 23 julio, tras llegar a Madrid la denominada "Marcha Popular Indignada", que había partido a finales de junio desde Galicia, Murcia, País Vasco, Cataluña, Andalucía, Extremadura y Valencia.
Tras el desalojo, los "indignados" se han reagrupado en los centros sociales y casas "ocupas" que hay en la capital y desde allí, preparan una convocatoria de repulsa para hoy martes a las 20.00 horas en Sol. La asamblea legal, que se encarga de dar apoyo en temas legislativos al Movimiento 15-M, está preparando una serie de denuncias contra los agentes que les han quitado sus efectos personales.
Según el portavoz de 'Democracia Real Ya' (DRY), Jon Aguirre, y un integrante de "Acampada de Sol", Pablo Gómez, el desalojo está vinculado con la visita del Papa Benedicto XVI en la Jornada Mundial de la Juventud. También Jon Aguirre cree que el desalojo se debe a la visita del Papa, para que la ciudad "no dé una mala imagen" de cara al exterior y considera que "el Gobierno se cubre de gloria" al dar prioridad a la llegada del Pontífice "frente a la voluntad de los ciudadanos que se manifiestan para exigir" sus derechos.