La organización criminal desarticulada se dedicaba a la distribución de grandes cantidades de speed y cocaína. Las compras de estas sustancias eran financiadas mediante la venta de marihuana en diferentes países del norte de Europa, encontrándose las plantaciones indoor con más de 5.600 plantas en Cantabria y Bizkaia.
En la operación, liderada por la Guardia Civil, se han detenido a 20 personas y se han intervenido 4.000 gramos de speed, 1.000 gramos de hachís, medio kilo de cocaína, 11 vehículos, 20.000 euros en metálico y dos pistolas.
Un agente de la Ertzaintza resultó herido en una de las detenciones al ser golpeado con un vehículo cuando el conductor del mismo intentó evadirse del cerco policial. El agente fue trasladado a un centro hospitalario y recibió al alta unas horas más tarde.
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