Publicidad

CÁMARA OCULTA

Descubrimos el oscuro negocio de los falsos sanadores

Se hace llamar Maestro Constantino y dice que sana todo tipo de enfermedades, incluidas las incurables. Hemos asistido con cámara oculta a una de las sesiones de este personaje.

Sus seguidores aseguran que enfermedades graves como el cáncer no son un problema para él. Para que nos reciba durante un encuentro en Palma rellenamos un formulario que lo exime de cualquier responsabilidad.

Cuando aparece Constantino, sin mediar palabra, cada persona le señala la parte de su cuerpo donde cree tener una dolencia. El gurú mueve sus manos y toca esa zona. Luego, entre susurros, pregunta si se siente mejor. Y se acabó.

Mientras los ayudantes recogen las donaciones voluntarias, en la calle, hay opiniones para todos los gustos.

Diagnósticos telefónicos
Y no es el único, En Vilanova y la Geltrú encontramos otra curandera, que ya por teléfono es capaz de diagnosticar un cáncer en el pulmón izquierdo.

En persona, después de mover sus manos y sin ningún tipo de escrúpulo le aconseja abandonar la quimioterapia.

Una farsa -como tantas otras- muy lucrativa, y muy peligrosa para quienes se ponen en sus manos con la esperanza de recuperar la salud.

Publicidad