Desmantelan en Cáceres una secta cuyo líder gastaba en armas el dinero de sus seguidores

La Guardia Civil ha desarticulado una especie de secta en varias zonas de Cáceres, en la que su líder manipulaba a los integrantes para vender sus posesiones y entregarle las ganancias. Los fondos obtenidos los utilizaba principalmente para la adquisición de armas, según ha informado este lunes el Instituto Armado. Este procedimiento ha recibido el nombre de 'Operación Hervasio', ha culminado con la detención de tres personas y la imputación de ocho más, acusadas de los delitos de asociación ilegal y estafa.

La investigación se inició el año pasado después de que varios exmiembros del grupo denunciaran haber sido víctimas de estafas por parte del líder de la secta. Las denuncias se presentaron en Jaén, donde las víctimas informaron que habían sido persuadidas para vender sus propiedades y entregar las ganancias al líder de la organización. Una parte importante del dinero recaudado, que asciende a 42.000 euros según las autoridades, fue destinada a la compra de armamento.

El grupo, que operaba principalmente en las localidades cacereñas de Cáceres, Jaraíz de la Vera y Hervás, funcionaba de forma similar a una secta. Sus líderes convencían a los seguidores para que les entregaran grandes sumas de dinero, llegando a estafarse más de un millón de euros. Los fondos eran ingresados en cuentas bancarias de la organización y posteriormente desviados a cuentas privadas de familiares de los líderes.

Además de la manipulación económica, los responsables de la secta también persuadían a sus miembros para que obtuvieran licencias de armas. Estas licencias se solicitaban especialmente para la compra de armas cortas bajo la justificación del tiro deportivo. La investigación ha revelado que muchas de estas licencias se obtenían con fines fraudulentos, ya que el verdadero propósito era ampliar el arsenal del líder del grupo.

Incautación de armas y dinero en efectivo

Durante la 'Operación Hervasio', la Guardia Civil realizó seis registros en los que se confiscaron más de 80 armas, entre las que se incluyen armas ilegales, de guerra inutilizadas y de aire comprimido. Las autoridades valoraron el arsenal en 73.000 euros. Además, se hallaron silenciadores y un total de 7.600 cartuchos de diferentes calibres. La investigación también permitió el bloqueo de cuentas bancarias utilizadas por la organización.

Además del armamento, los agentes intervinieron más de 64.000 euros en efectivo y material informático valorado en aproximadamente 20.000 euros.

Delitos adicionales

El principal responsable de la secta enfrenta acusaciones por delitos que van más allá de la estafa y la asociación ilícita. Entre los cargos que se le imputan se encuentran amenazas, coacciones, apropiación indebida, lesiones y administración desleal. Las investigaciones han identificado, hasta el momento, a más de un centenar de víctimas que habrían sido estafadas por la organización.

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