La desolación de los vecinos evacuados por el incendio en Salamanca: "Sólo he estado llorando"

El incendio en Las Hurdes y Salamanca sigue descontrolado y cada vez son más las personas que se ven obligadas a abandonar sus casas ante el peligro del fuego. En la provincia de salamantina, la situación continúa siendo muy preocupante. Recientemente, se han reactivado nuevos focos y se han desalojado diez pueblos más.

Durante la noche del pasado jueves, el fuego ha ido avanzando constantemente hasta llegar al terreno agrícola de Guadapero, lugar donde se sitúan las nuevas localidades que han tenido que ser evacuadas. En torno a las 09:00 horas de este mismo viernes, muchos vecinos han tenido que dejar sus casas por culpa del incendio.

Preocupación entre los evacuados

Los habitantes de Morasverdes se han levantado de madrugada contemplando la línea de fuego con mucha preocupación. Durante la mañana, la Guardia Civil les ha comunicado que debían abandonar sus casas para protegerse de las llamas. "Da mucha pena", afirman los vecinos, que califican lo ocurrido de "tragedia".

De esta manera, han tenido que coger lo justo y necesario, dejando atrás sus casas, pertenencias y animales. "Yo tengo los caballos allí y estoy desesperada", explica una mujer. Ante esta situación, algunos se encuentran indignados, al considerar que no existe un peligro real. Muchos otros, en cambio, esperan pacientemente a que todo mejore.

Ciudad Rodrigo se vuelca con los afectados

La mayoría de los vecinos se han desplazado a un albergue de Ciudad Rodrigo que se encuentra casi al completo. El lugar está habilitado para ofrecer ayuda a todos los evacuados, con dos turnos de comedor.

"Algunos han venido sin medicamento. Tenemos un equipo médico y otro psicológico que les dan un poco de confianza y tranquilidad", ha confirmado Marcos Iglesias, alcalde de Ciudad Rodrigo.

Sin embargo, la preocupación no desaparece y sigue habiendo "miedo" entre los desalojados. "Yo, venga a llorar. Sólo estaba llorando", cuenta una de las afectadas. Una incómoda situación para unos vecinos que esperan volver pronto a sus casas.