Galicia

Despiden a un camarero en A Coruña por insultar a un cocinero sobre su peso

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia le ha dado la razón a la empresa.

Una cafetería

Una cafeteríaAntena 3 Galicia

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En A Coruña, un camarero de un hotel fue despedido por insultar gravemente a un compañero, haciendo referencia a su sobrepeso. El hombre que perdió su trabajo ya presentaba problemas de comportamiento con anterioridad, así como diversas deficiencias en cuanto a profesionalidad. Así, la gota que colmó el vaso fue este incidente y la empresa decidió cesar la relación laboral con el camarero de forma definitiva y sin posibilidad de retorno.

El primer escalón jurídico, el Juzgado de lo Social número 1 de A Coruña, aceptó y consideró completamente correcta la decisión tomada por el hotel. Sin embargo, el empleado recurrió esta decisión al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), el cual, de nuevo, dio la razón a la empresa, ratificando el despido como una medida completamente justificada.

Los hechos

En junio de 2023, el camarero (que llevaba trabajando en el hotel desde 2022) pidió a un compañero cocinero que terminase la colocación de unos enseres, ya que estaban preparando el montaje del restaurante. El cocinero le comunicó su imposibilidad de hacerlo debido a otras tareas pendientes, y, en respuesta, el camarero reaccionó de forma negativa "comenzando a increpar a su compañero de forma reiterada y beligerante, incurriendo en malos tratos de palabra, faltándole gravemente al respecto, profiriéndole en tono alto graves descalificaciones —insultos vejatorios, humillantes y denigrantes— aludiendo a su condición física y valía profesional". Algunos de los insultos que pronunció fueron: "Gordo de mierda" o "No vales para otra cosa, no sirves para nada".

Además, tras esto, el camarero se acercó al cocinero a muy pocos centímetros, con la clara intención de causar en él un mayor nerviosismo y tensión. Como era de esperar, el cocinero sí perdió los nervios ante tal actitud, mostrándose visiblemente alterado por la situación, lo que provocó un clima de tensión innecesaria.

Así, el camarero recibió su carta de despido, donde la empresa señalaba su conocimiento de ciertas irregularidades graves que ya se habían producido en ocasiones anteriores, lo que justificaba la decisión. Además, indicaban que, dada la importancia de la imagen, el ambiente laboral y los principios del hotel, estas actitudes no se podían permitir bajo ningún concepto. Concluían, entonces, comunicando su despido inmediato y la finalización definitiva de la relación laboral, ya que no se podían tolerar comportamientos que dañaran la integridad y el buen funcionamiento del equipo de trabajo.

Un trabajador que acarreaba otros problemas

Aparte de las diferencias y conflictos con sus compañeros, este camarero ya había recibido con anterioridad varias quejas por parte de algún que otro cliente sobre su comportamiento y trabajo. En concreto, un cliente se había quejado incluso ante la Axencia de Turismo de Galicia por haber estado esperando más de 35 minutos a que lo atendiera, lo que provocó una mala experiencia para él. De hecho, debido a estos incidentes, había sido suspendido de trabajo y sueldo durante algunos días, lo que ya había generado incomodidad dentro del ambiente laboral y una falta de confianza en su capacidad para desempeñar sus funciones de manera adecuada.

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