Efectivos de la Guardia Civil en La Rioja han desarrollado la 'Operación Credita' que ha culminado con la detención de una mujer de 43 años, de nacionalidad española y residente en la capital riojana, como presunta autora de dos delitos de robo con fuerza, tres delitos de estafa, un delito de hurto y un delito de apropiación indebida.
La detenida es una trabajadora de una residencia de ancianos ubicada en el 'Valle del Iregua' (La Rioja). Esta persona aprovechaba su horario laboral para sustraer del interior de las habitaciones de los ancianos dinero en efectivo, tarjetas de crédito y cartillas bancarias que posteriormente utilizaba para su lucro personal, llegando a generar a sus cuatro víctimas de avanzada edad unas pérdidas económicas por valor superior a los 2.851 euros.
La actuación se enmarca dentro del 'Plan Mayor de Seguridad' que lleva a cabo la Guardia Civil en todo el territorio nacional, para dar respuesta a las principales amenazas que afectan a la seguridad de las personas mayores, como son el maltrato, los robos y las estafas.
Se inicia a principios de agosto cuando Agentes del Area de Investigación de la Guardia Civil en Logroño (La Rioja), comienzan a estudiar diversas denuncias presentadas por familiares e internos de una residencia de la 3ª edad ubicada en el 'Valle del Iregua', en las que se ponía de manifiesto la sustracción de 500 euros en efectivo, además de varias tarjetas de crédito y una cartilla bancaria con las que se habían llevado a cabo operaciones fraudulentas en cajeros automáticos, establecimientos comerciales y tiendas online.
Las diferentes actuaciones llevadas a cabo han servido para identificar a la persona que presuntamente habría llevado a cabo los hechos, una trabajadora de la residencia "sin escrúpulos" que utiliza su empleo y la relación de cercanía o amistad con los ancianos más vulnerables, para acceder al interior de sus habitaciones y sustraer de los armarios o de las pequeñas cajas de seguridad mediante el forzamiento de las cerraduras diferentes cantidades de dinero en efectivo, cartillas bancarias y tarjetas de crédito.
Esta persona utilizó la cartilla bancaria que sustrajo junto con el código pin que tenía anotado, para realizar un total de siete extracciones de dinero en diferentes cajeros de Logroño por valor de 1.750 euros, mientras que las tarjetas de crédito las empleó para pagar la factura de la luz de su domicilio valorada 143,55 euros, y para realizar diferentes compras en establecimientos comerciales y en tiendas online por otros 457,87 euros.
Una vez recopiladas todas las pruebas incriminatorias contra esta trabajadora, se procedió a su localización, detención y puesta a disposición de la Autoridad Judicial. La investigación continúa abierta ya que no se descarta la existencia de nuevas víctimas.