Los Mossos d'Esquadra han desarticulado una organización criminal de falsos revisores de gas que estafaba a personas mayores y operaban bajo la cobertura de empresas legalmente constituidas por testaferros. El grupo estaba liderado por dos personas del Líbano, padre e hijo,que actuaban desde 2012. Se han detenido a 13 personas de las 20 investigadas y en cinco años habían creado seis empresas: cerraban cuando detectaban que la policía les investigaba, cambiaban el domicilio y volvían a abrir.
En el momento de las detenciones, el hijo ya estaba en la cárcel por haber intentado matar a una persona con un vaso en una pelea ocurrida en una discoteca en Tenerife, donde fue a celebrar una despedida de soltero, y desde la cárcel le daba indicaciones a su padre para llevar el negocio.
Los estafadores buscaban las víctimas más vulnerables, la mayoría con algún tipo de demencia o enfermedad: una de ellas, de 80 años y con Alzheimer, a la que estafaron hasta 41.000 euros.
Los supuestos operarios de gas acudían a los pisos de las víctimas uniformados y acreditados, ofrecían servicios como revisión del gas o cambio de piezas, por los que cobraban entre 60 y 3.300 euros, realizaban hurtos en algunos domicilios y en ocasiones les acompañaban al cajero automático para que retirase el dinero.
Los detenidos, que operaban en toda Catalunya, suman 160 antecedentes entre todos los miembros de la organización y están acusados de delitos de pertenencia a organización criminal, estafas agravadas continuadas, estafas bancarias, coacciones y hurtos en el interior de domicilios.