Detenido el empresario que se retrató como San Matías por contratar a inmigrantes sin papeles

El mecenas de las polémicas pinturas de la iglesia de San Miguel de Latre, en las que él mismo se hizo retratar como San Matías tenía contratados a extranjeros sin permiso de residencia en sus establecimientos en Jaca y Zaragoza. La operación policial en la que ha sido detenido se llama curiosamente también San Matías.

La operación policial se inició a raíz de una inspección realizada en uno de los hoteles de Jaca el 11 de diciembre de 2024, por la Policía Nacional de Jaca en conjunto con la Inspección Provincial de Trabajo de Huesca. A raíz de esta inspección, se realizaron actuaciones que permitieron identificar a dos trabajadores del hotel que carecían de permiso de residencia y trabajo.

Sobre dicho establecimiento, constaban expedientes sancionadores anteriores por diversas infracciones a la hora de contratar trabajadores, como contratar extranjeros en situación irregular, extranjeros sin permiso de trabajo, y tener trabajadores sin contrato. El pasado 6 de febrero volvieron a detectar a tres ciudadanos extranjeros trabajando sin permiso de residencia y trabajo en Jaca. Uno de ellos utilizó para su identificación un documento de solicitud de protección internacional modificado, por lo que se procedió a su detención por delito de falsedad documental.

Debido a la reiteración en el empleo de ciudadanos extranjeros que carecen de permiso de trabajo se procedió a la detención del propietario de este grupo empresarial y de la encargada de uno de los hoteles por delito contra los derechos de los trabajadores.

El San Matías de Latre

El empresario se ha hecho conocido por sufragar la restauración del pórtico de la ermita románica del siglo XII de San Miguel de Latre, en la pedanía de Caldearenas en Huesca. Se hizo pintar en el techo del templo como San Matías lo que provocó la indignación de los vecinos. Después de saltar la polémica y un encuentro con la diócesis de Jaca San Matías volvió a su rostro original

El dossier de estafas de Eduardo Lacasta es abultado. En su currículo no sólo consta este ejercicio de “generosidad” con la iglesia de su pueblo, también la estafa por la que fue condenado en 2020 a seis años de prisión por haber defraudado 45 millones de euros a través de Fincas Atlanta, empresa del sector inmobiliario que entonces era de su propiedad y a la cual descapitalizó. Finalmente, un acuerdo de Fiscalía le llevó a pasar apenas unos meses privado de libertad.

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