Ni las alarmas ni las alturas han sido suficientes para evitar su visita. Almudena vive en un tercer piso y la sorprendió mientras dormía. A este tipo de ladrones se les conoce como "murcigleros". Emplean la tranquilidad de la noche y el sueño de las víctimas para dar el golpe. Experto en sigilo accedía a las viviendas trepando fachadas, cableados eléctricos y conductos de gas. Una vez allí desvalijaba la vivienda en tiempo record. Su objetivo no eran grandes fortunas sino aparatos electrónicos y algo de dinero que estuviese a la vista.
De momento se le atribuyen 19 asaltos, todos en la localidad madrileña de Fuenlabrada. En alguna ocasión fue sorprendido por las víctimas dándose a la fuga por la misma vía de entrada y abandonando su calzado en el interior. Una huella dactilar encontrada en una de las viviendas asaltadas sirvió para identificarlo. Ahora se encuentra en disposición judicial.
