Junto a los dos jefes mafiosos, la policía ha detenido a otras tres personas, que formaban una red para robar y enviar a Italia relojes de más de 10.000€.
La infraestructura criminal había sido preparada desde el mes de mayo y contaba con varios pisos de seguridad, motocicletas y otro vehículo de apoyo.
Los principales investigados, un hombre y una mujer, alquilaron un piso en la “milla de oro” ibicenca, desde donde tenían un control inmejorable de toda la zona de mayor lujo de la capital de la isla, así como excelentes vías de acceso y huida.
La pareja frecuentaba locales de lujo y el puerto deportivo y se dedicaban a observar quienes podían ser “víctimas potenciales”, tanto por los relojes que portaban, como por otras variables.
Una vez seleccionado su objetivo, comprobado el reloj que poseía y que el mismo podía ser vendido en Italia, comenzaba la fase de vigilancia.
Controlaban las horas de llegada, salida y las principales rutinas que seguían las víctimas para hallar el mejor momento para la sustracción de la pieza.
Una vez decidido el lugar óptimo para el golpe, le comunicaban toda la información al equipo ejecutor: tres compatriotas italianos expertos en robos y conducción evasiva llegados a la isla para perpetrar los crímenes.
De estos tres individuos, uno era el experto en la sustracción del reloj y los otros dos lo eran en técnicas de conducción evasiva en turismo o motocicleta.
Una vez realizado el asalto se ocultaban en uno de los dos pisos de seguridad que tenían alquilados. Para sacar los relojes de la isla hacían uso de terceras personas que permanecían alojadas en hoteles como turistas y cuya finalidad era únicamente transportar de regreso a Nápoles lo robado.
La operación ha culminado con la detención de los cinco componentes del grupo en Ibiza. En los dos registros domiciliarios practicados, los agentes se han incautado de dos relojes valorados en 10.000 y 12.500€, de unos 8.000 euros en efectivo, además de las dos motocicletas y el vehículo de apoyo.