Sergio Morate, el principal sospechoso del asesinato de Laura y Marina, las chicas cuyos cuerpos sin vida fueron encontrados ayer en Cuenca, ha sido detenido este jueves en la frontera entre Rumanía y Hungría, donde llegó con el coche de un familiar, un Seat Ibiza de color verde, con matrícula 1062CPF, según fuentes policiales.
Morate ya había sido detectado cuando cruzaba a Francia a través de la frontera de Portbou, en Girona. Desde allí siguió camino hasta Rumania. El seguimiento del fugitivo ha sido posible gracias a la señal del teléfono móvil que llevaba consigo, según fuentes policiales.
Fuentes de la investigación apuntan que Morate podría haberse dirigido a Rumania por la amistad que tenía con un individuo de esa nacionalidad llamado Isban, a quien conoció durante su estancia en la cárcel y que ha salido del penal recientemente.
El Ministerio del Interior ha informado esta tarde de que la detención se ha producido a las 18.30 horas por la Policía rumana de Investigación Criminal, en colaboración con la Policía Nacional.
Según el Ministerio, el arresto se ha producido a la salida de una vivienda en la localidad rumana de Lugoj, en la región de Timisoara.
Morate, que no opuso resistencia a los agentes, iba acompañado por otras dos personas de nacionalidad rumana, que también han sido detenidas.
Aparentemente preparaban la vivienda para ocultarse, por lo que la Policía intenta ahora averiguar si esos otros dos hombres tuvieron algo que ver en la muerte de las jóvenes conquenses.
Su captura era una prioridad para el Ministerio del Interior y las autoridades españolas habían emitido una Orden Europea de Detención y Entrega contra él.
La Policía considera a Morate, exnovio de una de las chicas fallecidas, responsable de la muerte de las dos jóvenes, cuyos cadáveres fueron hallados ayer por un ciclista junto a una poza en la zona del nacimiento del río Huécar, a dos kilómetros de la localidad conquense de Palomeras.
Los cadáveres fueron encontrados ayer en unas pozas próximas al nacimiento del río Huécar, donde los padres de Sergio Morate tienen una finca familiar. Los cuerpos estaban boca abajo, quemados, y con indicios de haber sido rociados con cal viva.
Antes de hallarse los cuerpos sin vida de las dos jóvenes de Cuenca, los investigadores tuvieron conocimiento de que pocos días antes de su desaparición, Morate comentó a su entorno que quería salir de España.
Morate llevaba desaparecido desde el pasado jueves 6 de agosto, el mismo día en que fueron vistas por última vez las dos jóvenes, que fueron a su casa a recoger las cosas que Marina había dejado en ella.
Los investigadores trabajan con la hipótesis de que Sergio Morate había planificado con antelación y de forma exhaustiva el crimen, que pudo cometer el mismo día en que desaparecieron las jóvenes, el pasado jueves.
Todo lo tenía "bien pensado y estudiado", han añadido las fuentes, incluida la huida a Rumanía, a donde pudo viajar en su propio coche. Otro detalle que demuestra que el asesinato de las chicas no fue producto de un momento de enajenación, es que Morate no ha utilizado desde la desaparición de Marina y Laura y de él mismo ningún teléfono móvil ni tarjeta alguna de crédito o débito.
Es decir, el principal sospechoso no ha querido dejar pistas y rastros para dificultar el trabajo policial. Los investigadores ya han tomado declaración a un amigo de Morate, que se encuentra en prisión y que mantuvo una relación sentimental con una de las jóvenes fallecidas.
El titular del Juzgado de Instancia e Instrucción número 2 de Cuenca dictó una orden internacional de búsqueda para localizar Sergio Morate.