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Coronavirus

Violencia machista: prohibido dar la espalda durante la pandemia

El aislamiento es un factor de riesgo en la violencia machista y el ahogo por el confinamiento "se multiplica por mil" para las víctimas, pero no están solas en el estado de alarma: el Gobierno ha reforzado su protección, pero también es necesario que la población extreme la atención y no les dé la espalda.

El aislamiento es un factor de riesgo para la violencia de género. "La violencia de género puede tender a invisibilizarse, a quedarse detrás de las puertas con la situación de emergencia sanitaria", alerta en una entrevista con Efe la socia fundadora de la Asociación de Mujeres Juezas de España, Lucía Avilés.

"La situación de convivencia genera situaciones muy difíciles y la violencia de género se puede ver agravada no solamente por el confinamiento, sino por un mayor control de las comunicaciones, la limitación de movimientos, la limitación económica y la sensación de impunidad que puede tener el agresor", explica la jueza.

Ante ese "cóctel peligroso" en pleno estado de alarma, urge actuar y que haya una respuesta social: "Ahora más que nunca tenemos que emitir a las víctimas el mensaje de que no están solas, de que la sociedad está con ellas".

La violencia de género es un delito público y las personas que puedan ser conocedoras de una situación de maltrato tienen que denunciarlo: "Si yo oigo gritos, golpes, si tengo sensación de que al otro lado de la puerta puedo sospechar que una mujer o sus hijos pueden estar sufriendo violencia de género debo denunciarlo", exige Avilés.

Se puede llamar al 112 y también acudir a una comisaría a hacerlo. El Estado no va a dejar de proteger a las víctimas: los juzgados siguen funcionando para ello porque el decreto del estado de alarma consideró esta problemática de primer orden y blindó salvaguardar esta lucha.

"Es necesario que se transmita que tanto los juzgados de violencia de género como las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado seguirán atendiendo las situaciones de violencia de género de carácter urgente", incide la abogada y presidenta de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres, Susana Martínez Novo.

El teléfono 016 y el servicio de gestión de pulseras telemáticas de control de agresores trabajan al 100 % después de que el Gobierno haya habilitado el teletrabajo de sus profesionales y el Ejecutivo haya puesto en marcha un plan de contingencia para reforzar la atención y protección de las víctimas, consciente de la complejidad de una situación de confinamiento para un contexto de violencia de género.

El Gobierno ha declarado servicios esenciales aquellos servicios de asistencia integral a las víctimas de violencia de género para garantizar su pleno funcionamiento.

Y activará un nuevo mecanismo de alerta ante emergencias domiciliarias para que las víctimas que puedan verse en una situación de riesgo o de violencia envíen su geolocalización mediante mensajería instantánea a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

También Cruz Roja ha hecho planes de contingencia para asegurar que el funcionamiento del teléfono Atenpro para víctimas de violencia machista y otros recursos asistenciales esenciales se mantienen con normalidad a pesar de la crisis sanitaria.

"Todo el aparato estatal debe acompañar a las víctimas", solicita Avilés, a la vez que Martínez Novo enumera algunos consejos para aquellas mujeres que puedan estar en una situación comprometida en su domicilio.

Tener siempre a mano los teléfonos de emergencia, de la Policía, el 016 o de entidades especializadas (como la Comisión que dirige: 900 100 009) e intentar estar siempre acompañadas de los otros miembros de la familia con los que se conviva.

Evitar el conflicto, tratar de mantener la calma no respondiendo a provocaciones intencionadas del agresor y tener a mano el teléfono de contacto de una persona de confianza con la que hablar para no mantenerse aislada y en su caso solicitar su ayuda, sostiene la experta.

Martínez Novo enfatiza que el estado de alarma es un momento difícil para toda la población, pero matiza que no debe "servir de excusa o justificación al maltrato": "No debemos perder de vista que las situaciones de estrés pueden actuar como desencadenantes, pero no son la causa ni el origen" de la violencia de género.

La responsable de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres reitera que el entorno de la víctima debe extremar la atención en estos momentos y mantener el contacto durante el aislamiento, y el vecindario ha de estar pendiente de cualquier señal de alarma.

Si todos los ciudadanos experimentan una sensación de ahogo por el confinamiento, esa sensación "se multiplica por mil" para las mujeres que han de estar recluidas junto a su agresor, reflexiona la jueza Avilés.

"Somos muy conscientes de que aquello que es positivo y efectivo para frenar la curva del coronavirus puede ser contraproducente para muchas mujeres y menores y podría tener un efecto inversamente proporcional en la curva de la violencia de género", reconocía en un comunicado la directora del Instituto Canario de Igualdad, Kika Fumero.

La presidenta de la Audiencia de Navarra y coordinadora de género de Jueces y Juezas por la Democracia, Esther Erice, llama la atención sobre el impacto que el estado de alarma pueda tener en los puntos de encuentro familiar, esenciales para el cumplimiento del régimen de visitas de menores en casos conflictivos.

"Es un servicio que resulta muy necesario. (...) Si los cierran, se agudizarán más los conflictos", destaca Erice, quien aclara que con el estado de alarma no hay un criterio unificado sobre qué hacer con estos centros, ya que dependen de las comunidades autónomas.

"Considero que debe valorarse su mantenimiento, sobre todo para los casos más conflictivos, pero todavía no está claro. Afecta a un gran número de menores y a mujeres en riesgo de sufrir violencia", añade.

El 016 atiende a todas las víctimas de violencia machista las 24 horas del día y en 51 idiomas diferentes.