Guerra Rusia-Ucrania

Diario del día 1 del camino a Polonia: Antena 3 viaja desde Galicia para evacuar ucranianos desde la frontera

Nos subimos a un autobús fletado desde el ayuntamiento de Lalín en Pontevedra con destino a Polonia. Parte, como tantos otros, cargado de solidaridad y regresará lleno de seres humanos que huyen de la guerra. Durante seis días les acompañaremos en su viaje de ida y vuelta y contaremos cómo funcionan estas caravanas de esperanza a las que nos agarramos cuando parece que habíamos perdido la fe en la humanidad.

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"Quedamos a las 20:00 horas en la localidad pontevedresa de Lalín", relata Eva Vázquez Lima, periodista de Antena 3 Noticias. En pocas horas y gracias a la solidaridad de los vecinos han conseguido reunir cerca de 20.000 kilos entre alimentos, ropa y medicamentos. 7.000kilos están ya a presión en los maleteros del autobús. Todo está preparado para el viaje. De cada rincón de España salen cada día autobuses como este, y también camiones y furgonetas particulares con destino a la frontera de Polonia con Ucrania.

Tras veinticinco años trabajando juntos, Andrés Vilela no duda ni un momento cuando catorce horas antes de embarcarnos le pregunté si se vendría conmigo en esta cobertura informativa. Sabemos que no es fácil. Serán 3.100 km para llegar a nuestro destino. En total seis días de asfalto. Al cansancio físico se unirá, en el regreso, el emocional , sin duda, infinitamente más duro y difícil que el primero.

Viajamos con dos conductores, un responsable de Protección Civil del ayuntamiento de Lalín, dos compañeras de prensa, Vilela y yo. En total somos siete. De regreso aumentaremos a 57, sumando a los 50 refugiados ucranianos -en su mayoría mujeres y niños- que volverán con nosotros.

Hoy dormimos en el autobús. Haremos noche a bordo e iremos del tirón hasta Metz en Francia donde descansaremos el miércoles. El jueves llegaremos –si cumplimos agenda- a Rzeszow en Polonia a última hora de la noche. La previsión es que al llegar se realice la descarga de toda la ayuda humanitaria y el viernes a primera hora se unan los ciudadanos ucranianos que se han visto obligados a abandonar a sus familiares, su tierra, su vida para empezar una nueva en un lugar para ellos, desconocido.

Nos preguntamos cómo será ese viaje de regreso. Los sentimientos no se pueden medir por kilos y, de ser así, no podríamos contabilizarlos.

Paso a paso, kilómetro a kilómetro. Por delante horas de viaje en un autobús ahora casi vacío que volverá lleno de dolor, angustia e incertidumbre y, al mismo tiempo, cargado de esperanza. Ahora sólo lo imaginamos. Llevamos en nuestra retina grabadas las imágenes de la guerra que hemos visto a través de una pantalla pero verlo y vivirlo con nuestros propios ojos será diferente.

Según ACNUR, más de un millón y medio de ucranianos han abandonado el país por la frontera occidental desde el principio de la invasión, más de la mitad en dirección a Polonia. Hacia allí nos dirigimos con la ilusión del que va a aportar su granito de arena a una causa justa, con las ganas de contarlo.

Hoy, en el día uno, nos quedamos con el aplauso espontáneo de los vecinos de Lalín antes de que el autobús dejase su pueblo para regresar, con más vida, en unos días.

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