Después de estar once meses cobrando el euro por receta y después rebocarlo, ahora ocho hospitales de Cataluña cobrarán diez euros a aquellos acompañantes que quieran usar una butaca reclinable para pasar la noche.
Esta iniciativa ha provocado diferentes opiniones. Maricarmen, una mujer que ha pasado la noche en una de ellas, asegura que "para una noche está muy bien, pero para más son incómodas".
En caso de que no quisiera este servicio podría usar una silla normal del hospital y pasar en ella la noche. "Pagar te resulta extraño -explica Mari Carmen- pero si hay comodida hay que pagarla".
Confiesa que cuando estás sentado es más confortable que cuando se inclina.
Para elegir la posición deseada, la butaca cuenta con un mando que va unido a la silla y con el que se puede reclinar más o no la butaca. Asimismo, para poner en funcionamiento la butaca se precisa de una tarjeta que se introduce en la misma silla.
En caso de que el acompañante vaya a pasar varios días, puede cogerse un bono para que le salga más económico.
Rocío Ibáñez, directora de uno de estos ocho hospitales, explica que las butacas son una cesión de una empresa, que es quien recibe la recaudación que dejen los usuarios. "Nosotros no podíamos comprarlas", señala.
De momento se trata de una iniciativa 'piloto' y aún hay que ver si funciona bien y evaluar los resultados. Este hospital cuenta con un total de 35 butacas, pero no es el único. Siete más se han sumado a la iniciativa. Algunos de ellos cuentan con camas para los acompañantes que se pueden usar por 30 euros la noche.
