Cada vez son más lo jóvenes que acuden a un centro de cirugía estética buscando unos retoques que les hagan parecerse a sus selfies con filtro. Esta moda se ha convertido en una práctica obsesiva para muchos de ellos.
Este tipo de trastorno se llama 'dismorfia del Snapchat': la sufre el 2% de la población y se clasifica dentro del espectro obsesivo-compulsivo. Las personas que suelen sufrir este tipo de trastornos suelen tener una baja autoestima y buscan en los 'likes' el reconocimiento externo.