Cura rapero

El divertido "rap de la bendición" con el que un cura anima a los policías que ayudan en Paiporta

En la Parroquia San Ramón Nonato, agentes de la policía descansan y comen tras sus labores ayudando en la recuperación de la localidad.

Antena3 Noticias

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Salva Romero es el cura de la Parroquia San Ramón Nonato, en la localidad de Paiporta, donde las tareas de búsqueda y limpieza siguen casi un mes después de la DANA. Han habilitado la iglesia como un lugar para que los policías puedan descansar tras sus labores, así como recuperar fuerzas ofreciéndoles comida.

Como buen cristiano, el párroco ha querido darle un toque animado y divertido al momento, consagrar la comida de una manera especial. Con una mítica canción de campamento cristiano ha dado inicio a la hora de comer para que el señor bendiga los alimentos.

Cantaron a capela, pero la coordinación era nefasta a la hora de marcar el ritmo. "Dos al banco y una palma" explicaba el párroco para que todos siguiesen el mismo y poder comenzar con la canción. "Este es el rap de la bendición", inició Salva al que los agentes seguían al unísono.

El vídeo terminó en vitorees y aplausos por parte de los agentes hacia el párroco, quien con las manos hacía la forma de un corazón dedicándoselo a todos los presentes al finalizar el rap con el que bendecía el señor los alimentos.

Celebró una misa en mitad de la DANA

El párroco de la San Ramón Nonato estaba celebrando una misa mientras el temporal comenzaba a azotar la localidad y parte de la provincia de Valencia. "A mitad de la Eucaristía empezó a entrar agua dentro de la parroquia y en el momento de comulgar ya nos llegaba por debajo de la rodilla", explica Romero para la revista 'Alfa y Omega'.

Recuerda que, una vez finalizó la misa, dejó el cáliz y el corporal encima de la mesa de la sacristía y comenzó a colorar varias cosas encima, pero finalmente la subida del agua le obligó a dejar esa tarea y "poner a mi madre a salvo en las plantas superiores", recuerda.

El agua comenzó a subir muy rápido, al menos alcanzó dos metros de altura. Pero para su sorpresa, cuando regresó al día siguiente, "el cáliz se encontraba en el mismo sitio donde lo había dejado y el corporal también, totalmente blanco sin ningún tipo de mancha", concluye el párroco.

Salvó la vida de seis mueres

El cura recuerda que en el momento en el que el agua comenzó a subir la zona era "como el río Amazonas", y le avisaron que había seis personas agarradas a la pared de la Iglesia. "Abrí la puerta como pude e hicimos una pequeña cadena para ir cogiéndonos y poder subir a estas seis mujeres", explica en una entrevista de Cuatro.

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