Ourense

El divertido vídeo del chapuzón de un perro en una fuente de Ourense que termina con su dueña completamente empapada

El can quiso refrescarse ante las altas temperaturas y terminaron ambos empapados.

Las imágenes del chapuzón de un perro en una fuente de Ourense

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El calor aprieta para todos, también para los animales. Lo sabe bien un juguetón perro de Ourense y su dueña: ambos terminaron metidos en una fuente. En plena Plaza de Hierro, céntrica y llena de vecinos y turistas, mientras la mujer tomaba algo en una de las terrazas y, tras un descuido, el can protagonizó un divertido momento.

Los termómetros superaban los 32 grados en la ciudad del calor y el perro decidió que para combatir ese sofoco lo mejor era refrescarse. La sorpresa de todos los que estaban en los locales de la zona fue mayúscula, pero la mayor fue para su dueña, que tuvo que salir tras él.

En un vídeo, que acumula ya miles de visitas, se puede ver al can disfrutando de su refrescante chapuzón y a la mujer corriendo tras él, mientras rodea la fuente. Le llama con palmas, diciendo su nombre, chapoteando con las manos en el agua para llamar la atención, pero nada frena al animal, que se dibuja disfrutando. Ante la imposibilidad de poder atraparlo, decide ella también subirse al monumento y zambullirse en el agua.

Hacen falta, todavía, un par de vueltas y unos saltos para que, con el agua hasta las rodillas, consigue hacerse con la correa del perro y ambos salen de la fuente.

Entre risas de los curiosos y aplausos por haber culminado con éxito la hazaña, bajan hasta el suelo y entonces la historia da un giro: el perro vuelve al agua. Los gritos de los allí congregados son ahora más fuertes y los aplausos se tornan en gestos de asombro. El can vuelve a disfrutar de su chapuzón y su dueña, de nuevo, adentro. El tono jocoso de la historia va en aumento.

Un par de vueltas más a la atracción canina del verano y, ahora sí, termina la fiesta. La mujer consigue hacerse con el perro y una correa, que había caído al agua, y sin soltarle el collar, para evitar una tercera zambullida, abandonan la fuente. Esta vez sí, aplausos y vítores para ambos. Una imagen refrescante y divertida, más para uno que para la otra.

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