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NIEGA SU PARTICIPACIÓN EN CASOS DE BEBÉS ROBADOS
El doctor Vela se desvincula del robo de una niña en 1969
El doctor Eduardo Vela ha declarado como imputado en relación con la denuncia de Inés Madrigal, quien busca a su madre biológica. Ha reconocido su firma en el certificado de nacimiento, aunque ha dicho que no se explica este hecho porque no conoce a Inés Pérez, una mujer estéril que figura como la madre biológica.
El exdirector de la madrileña Clínica San Ramón, el doctor Eduardo Vela, se ha desvinculado de una supuesta trama dedicada a la compra-venta de bebés y ha negado su participación en el presunto robo de una recién nacida en 1969, según fuentes jurídicas.
Vela ha prestado declaración como imputado durante aproximadamente una hora ante la titular del Juzgado de Instrucción número 46 de Madrid, Isabel Garaizabal, en relación con la denuncia de Inés Madrigal, presidenta de SOS Bebés Robados de la Región de Murcia, quien busca a su madre biológica.
El ginecólogo, que ha respondido a las preguntas de la magistrada y de todas las partes, ha reconocido su firma en el certificado de nacimiento de Inés Madrigal, aunque ha dicho que no se explica este hecho porque no conoce a Inés Pérez, una mujer estéril que figura como la madre biológica de la denunciante.
"Está claro que hubo un parto, una madre biológica y una persona que informó a los padres adoptivos de Inés Madrigal de los trámites que tenían que seguir porque ellos no sabían ni de legajos, ni de Registro Civil, ni de trámites de adopción", ha subrayado el abogado de la denunciante, Guillermo Peña.
La versión de la denunciante
La monja Sor María, fallecida el pasado agosto e imputado en dos de los casos de bebés robados, trabajó bajo las órdenes de Vela en la Clínica Santa Cristina y en la Clínica San Ramón de Madrid. Desde que se iniciaron los casos de bebés robados, las denunciantes han implicado al doctor Vela en la trama, pero no ha sido hasta ahora cuando se le ha imputado de manera formal.
La denunciante Inés Madrigal es la presidenta de Bebés Robados Región de Murcia y miembro de la Junta Directiva de la Federación Nacional X24 (el mayor colectivo de víctimas de bebés robados y adoptados de España). Madrigal asegura que fue un regalo para su madre adoptiva.
El abogado de SOS Bebés Robados, Guillermo Peña, ha indicado que la Fiscalía de Madrid archivó el caso de la denunciante, Inés Madrigal, en el marco de las denuncias conjuntas interpuestas el 27 de enero de 2011 por la Asociación Nacional de Afectados de Adopciones Irregulares (Anadir). Sin embargo, Peña decidió hacerse cargo del caso desde esta asociación y presentó una denuncia en abril de 2012.
Inés Madrigal nació supuestamente el 4 de junio de 1969 en la Clínica San Ramón de Madrid. La fecha no es segura, puesto que según le ha contado su madre, el propio doctor Vela decidió sobre la marcha y en el último momento el día que figuraría en sus papeles.
El ginecólogo también certificó que había asistido al parto de Inés Pérez que era estéril, y le dio instrucciones de lo que debía hacer con el bebé. Para empezar debían rodearle de botellas de agua caliente y si se presentaba algún problema, no debía avisar a ningún otro médico, que no fuera él.
La entrega de Inés Madrigal a sus padres fue una manera de agradecerle la ayuda prestada a unas monjas con las que Inés Pérez trabajó en el cuidado de niños abandonados sin cobrar nada por ello. Un jesuita que conocía los deseos del matrimonio de tener hijos y su incapacidad para tenerlos, les puso en contacto con el doctor Vela que finalmente les "regaló" una hija.
Cuando la niña cumplió 18 años le explicaron su historia real y las circunstancias en las que llegó a la familia. Desde aquel momento Madrigal empezó a buscar sus orígenes sin éxito ya que no se conservan los archivos de la Clínica San Ramón y como el propio Vela ha reconocido, el destruyó sus propios archivos.
El letrado ha explicado que la madre de la denunciante le contó que fue a la clínica y se la llevó sin más. Las explicaciones se las pidió después de que averiguara que no era adoptada. La inscribieron en el registro civil el 4 de junio de 1964 como si fuera su hija.
"La madre sabía entonces el riesgo que corría. Ella por la causa y por lo que hizo está dispuesta a correr el riesgo que sea. Es una lección de coraje porque ella mismo ha dicho que la causa siga adelante. La hija considera que cualquier irregularidad que hubiera cometido está compensada con todo el cuidado y cariño demostrado estos años", ha señalado.
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